Economistas ponen en duda que Dujovne logre cerrar el año con déficit cero

13/03/19 Nota de Prensa por La Política Online.

Broda advirtió que «con suerte llegamos al 1% de déficit». Macri ya activó con el FMI la cláusula del 0,2% de déficit para asistencia social.

Las proyecciones de las consultoras económicas de la city porteña pusieron en duda que el Gobierno vaya concretar este año su programa macroeconómico. Atrás quedó el «doble sobrecumplimiento» del 2018 que celebraran los funcionarios de Hacienda por haber logrado la meta del 2,7% de déficit primario, y además sin utilizar el ajustador para el gasto social del 0,2% -ese changüí que le dio el FMI a Dujovne para contener el malestar social-.

Como explicó LPO, para llegar al 0% de déficit primario, en 2019 Hacienda ya no podría recurrir a maniobras contables para descontar el gasto en obras públicas prioritarias, lo que lo obligaba a Dujovne a ser más estricto incluso con el ajuste. Esto no va a ser posible, tal y como lo adelantó el mismo Mauricio Macri cuando inauguró las sesiones ordinarias en el Congreso y planteó la actualización de las asignaciones familiares y las AUH al 46% -que se oficializaron hoy-, lo que implicaría hacer uso del 0,2% de dicho ajustador del gasto social para contener el impacto del ajuste sobre los más vulnerables.

«Las prestaciones sociales serán el mayor gasto por encima del proyectado en el presupuesto. Esto se debe a que la nueva fórmula previsional, que afecta jubilaciones y pensiones, es dependiente de la inflación y los salarios. Al diferir tanto la inflación proyectada para este año de la del presupuesto, el aumento de este componente del gasto será más grande (en torno a 0,5% del PIB). A esto se le suma el anuncio de aumento de AUH, cercano al 0,15% del PIB. Respecto del gasto en subsidios, no es tan claro cómo va a quedar la ecuación en el año. Esto es porque las recientes modificaciones contractuales con las empresas generadoras de energía (en dólares), podrían compensar el efecto de la suba del tipo de cambio y el aumento en el transporte, que ajusta por inflación. En particular del gas», explicó a LPO, Rodrigo Álvarez, economista y CEO de la consultora Analytica.

«Además del rédito en el discurso político, la AUH es una herramienta que fortalece el ingreso de los deciles más bajos, que además tienen una elevada propensión al consumo. Por lo tanto, al adelantar el aumento, las familias beneficiarias del programa social llegaran a octubre habiendo tenido mayor capacidad de consumo. Si bien esto compromete recursos fiscales, tendrá impacto (leve) en la economía real. Son pesos bien gastados en este contexto recesivo», agregó.

Aun así, loseconomistas advierten que incluso el déficit será mayor que ese 0,2% porque los ingresos fiscales vienen cayendo a un nivel que no permite pensar en que la recaudación logrará empatarle al resto de los gastos primarios para lograr el equilibrio fiscal.

Fuentes oficiales habían señalado que en diciembre la actividad había mostrado un leve repunte respecto del mes de noviembre, lo que sugería que la economía había hecho piso, pero los datos de enero de uso de la capacidad instalada, que muestran un empeoramiento respecto a diciembre -aunque con una menor caída interanual- sugieren que el piso todavía no se concretó y podría configurarse en los próximos meses. Esto constituye un peor punto de partida que el estimado por Dujovne no solo en materia de actividad, sino de recaudación.

Y para lo que resta del año, las variables macroeconómicas no permiten ser tan optimistas como el ministro: la resistencia a la baja de la inflación, la nueva suba de tasas de interés y el nuevo salto del tipo de cambio, diluyen las expectativas de una recuperación del consumo antes de mitad de año.

Economistas advierten que este año no se daría la recuperación que pronostica Dujovne

En una economía que es movida en un 80% por el consumo, la pérdida de este motor augura una mayor recesión tal y como lo viene anticipando el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) mes a mes. En efecto, con caídas del consumo privado, del gasto público y de la inversión, el mercado informó a fin de mes pasado que sus proyecciones eran cada vez más recesivas, más inflacionarias y más deficitarias: como consignó LPO, entre enero y febrero el déficit primario proyectado para 2019 creció un 588% hasta llegar a los $38.500 millones, es decir casi 0,4% del PBI.

Por ejemplo, para el economista Hernán Hirsch, este año el déficit fiscal «rondará el 1% del PBI producto de la recesión y del menor recorte del gasto por tratarse de un año electoral», según explicó a LPO.

En tanto para Miguel Ángel Broda: «Con suerte llegamos al 1% de déficit». Así lo sostuvo este mediodía en un almuerzo organizado por el Rotary Club en el Sheraton Libertador del que participó este medio. Para él, este mal resultado fiscal obliga a que el año próximo se llegue a un superávit del 2% o más y sostener la disciplina fiscal por varios años para poder sacar la economía nacional adelante y salir de la tutela estricta del FMI.

Para Broda: ‘Con suerte llegamos al 1% de déficit’. Este mal resultado fiscal obliga a que el año próximo se llegue a un superávit del 2% o más y sostener la disciplina fiscal por varios años para salir de la tutela estricta del FMI.

Por su parte, Rodrigo Álvarez consideró que «Todavía es pronto para afirmar que el déficit es insalvable. El gobierno podría reducir aún más reducir las transferencias a las provincias, o la línea de gasto de capital (obra pública). Todo dependerá de los grados de libertad que consiga el gobierno en la negociación con el FMI».

Para Álvarez, en lo que resta del año van a conjugarse en dos efectos sobre el ingreso fiscal que se contraponen entre sí y que dificultan precisar cuán lejos estará la recaudación de lo presupuestado: «Por un lado, se espera más inflación que la proyectada por el Gobierno. Esto implica una mayor recaudación en los impuestos atados a inflación (por ejemplo IVA y combustibles). Por el otro, incluso tomando la proyección del consenso de los economistas respecto del nivel de actividad, que es algo más optimista que la nuestra, hay un más de punto de diferencia con el escenario original del presupuesto (-1,3% versus -0,5%). Además, consideramos que hay una leve sobreestimación del ingreso por derechos de exportación, que proyectamos algo menor».