A cuánto llegarán el dólar y la inflación: las proyecciones de las consultoras y bancos para lo que resta del año y en 2023


Los pronósticos fueron realizados por más de 40 consultoras y relevados por la firma FocusEconomics

Los analistas esperan que la inflación de este año en la Argentina alcance el 95,4% interanual a fin de año, de acuerdo con las proyecciones realizadas por más de 40 consultoras y relevadas por la firma global FocusEconomics. También esperan un dólar a oficial a $171,87 para el cierre del año y a $310,64 para 2023.

“La inflación subió a 78,5% en agosto, por encima del 71% de julio. El porcentaje marcó el mayor aumento de precios desde que comenzó la serie actual en 1992. Se espera que la inflación se acelere aún más en los próximos meses y luego se mantenga elevada hasta 2023, impulsada por un peso más débil”, explicó el informe conocido como Consensus Forecast LatinFocus.

Nuestros panelistas proyectan que la inflación terminará 2022 en 95,4%, 4,3 puntos porcentuales más que la estimación del mes pasado, señaló el informe

“Nuevas subidas de las tasas de interés plantean un riesgo a la baja, mientras que la volatilidad de los precios de la energía representa un riesgo al alza. Nuestros panelistas proyectan que la inflación terminará 2022 en 95,4%, 4,3 puntos porcentuales más que la estimación del mes pasado, y 2023 en 88,6 %”, agregaron.

La consultoras que pronosticaron los índices de inflación más altos para 2022 fueron Quantum Finanzas, con 104%; BancTrust & Co., con 103,1%; LCG, con 102,6%; Analytica Consultora, con 102,2%; y FIEL con 102 por ciento.

El 15 de septiembre pasado, el Banco Central de Argentina subió la tasa LELIQ a 75% desde 69,5% en un intento por calmar la inflación y sostener el peso. Esto es parte de una estrategia coordinada con el Ministerio de Economía para reducir el financiamiento monetario del déficit presupuestario. “Se espera un mayor endurecimiento de la política monetaria en el futuro como parte del acuerdo del país con el FMI. Nuestros analistas ven la tasa LELIQ terminando 2022 en 78,52% y 2023 en 74,42%”, detalló el informe.Se espera que la economía se debilite considerablemente en la segunda mitad de este año. REUTERS/Agustin Marcarian

Por otro lado, los analistas señalaron que el Banco Central mantiene un tipo de cambio flotante administrado para el peso. “El peso debería debilitarse aún más a finales de año y en 2023 debido a la continua emisión de dinero y la inflación elevada. Nuestro panel ve el peso finalizando 2022 $171,87 por dólar y $310,64 por dólar en 2023″, indicaron.

Las consultoras que proyectaron los valores más altos para el dólar fueron OJF & Asociados con $184,4 por dólar; Empiria Consultores con $181,80; EconViews con $179,80; LCG con $179,6 y Oxford Economics con $179,50.

El crecimiento del PIB se aceleró en el segundo trimestre, respaldado por aumentos más rápidos en la inversión pública y las exportaciones, señalaron las consultoras. Sin embargo, advirtieron que el impulso probablemente disminuyó a partir del tercer trimestre.

“La actividad económica y el crecimiento de la producción industrial se moderaron en julio. Además, la confianza del consumidor promedió a la baja y las tasas de interés aumentaron en el tercer trimestre, mientras que la inflación aumentó aún más en julio y agosto, lo que apunta a la contención del gasto de los hogares”, indicó.

Se espera que la economía se debilite considerablemente en la segunda mitad de este año, y el crecimiento del PIB debería disminuir notablemente en 2023 en comparación con 2022. Las tasas de interés elevadas, el debilitamiento de la moneda y la inflación sostenida deprimirán la demanda interna, mientras que el sector externo también debería enfriarse. La incertidumbre política prolongada plantea un riesgo a la baja. Los analistas prevén que la economía crecerá un 3,6 % en 2022, un aumento de 0,3 puntos porcentuales con respecto a la estimación del mes pasado, y un 0,3 % en 2023″, señalaron.

Dólar: qué dicen los economistas sobre el futuro de las reservas y qué advirtió el FMI


El Gobierno puso en marcha cargos adicionales para determinados gastos en dólares con el objetivo de cuidar las reservas en un contexto de escasez. Consultados por Página/12, especialistas explicaron que esperan un impacto moderado en el Banco Central y advirtieron por las consecuencias operativas que genera la multiplicidad de cambios.

Por Dylan Resnik

El Gobierno anunció un aumento para determinados gastos en dólares. El objetivo es cuidar las reservas y conservar la posición “compradora” del Banco Central luego del engrosamiento de fondos proveniente de los beneficios otorgados al sector sojero en septiembre.

Así, con la intención de «cuidar las reservas para la producción y el empleo», el gobierno dispuso que se aplicarán cargos adicionales sobre tres rubros: pasajes al exteriorpaquetes turísticos y gastos con tarjeta cuando el titular acumule más de 300 dólares en el mes; compras de bienes suntuarios o «de lujo» en el exterior. Además, se anunció lo mismo para los pagos de servicios recreativos y actividades artísticas contratadas en el exterior.

Cuidar las reservas tras la liquidación récord

Consultado por Página/12, el economista y director ejecutivo de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, explicó que está decisión “va en línea con la finalización del ingreso de dólares que permitió la eliminación de facto de las retenciones en septiembre”, que fue de superior a los 7 mil millones de dólares. De este modo, el Central busca mantener su posición “compradora” y no desprenderse de dólares.

De todos modos, para Caprarulo la decisión tiene un impacto moderado en las reservas, aunque es claro en tanto mensaje sobre el rumbo económico. “Hay un aumento de gastos con tarjetas de crédito en el exterior. El déficit en los primeros 8 meses del año fue de 4.600 millones de dólares. 3.400 más que el año pasado. Esta medida no veo que vaya a tener un impacto muy grande en las reservas, pero sí creo que tiene una señal”, comentó.

Y añadió: “Sabemos que la situación es compleja y señala que se va a incentivar que los dólares vayan a otro lado. Pero el llamado dólar Qatar se da cuando la mayor parte de los gastos ya se realizaron. Quedan pendientes gastos marginales. Esto puede modificar los gastos que puedan realizar las familias pensando en las vacaciones de verano”.

Además, señaló Caprarulo, resta ver si el incremento del 100 por ciento sobre el dólar oficial para este tipo de gastos es suficiente para desincentivar al sector de mayor poder adquisitivo de reducir sus consumos en el exterior, ya que la expectativa de devaluación pisa fuerte en este tipo de decisiones.

Una economía cada día más engorrosa

Por su lado, el analista de EPyCA ConsultoresJoel Lupieri, comentó a Página/12 que “en términos generales” esta medida genera una “nueva distorsión en una economía que se vuelve día a día más engorrosa para el consumo y la inversión”. Una idea similar a la que expresó este miércoles el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que consultado por el tema señaló que la medida atenta contra la previsibilidad y vuelve “imposible que alguien invierta en la Argentina”.

De todos modos, Lupieri explicó que con la medida es “esperable un ahorro de reservas”. “Particularmente el punto que atina a los dólares gastados en el exterior. La medida que afecta a los espectáculos probablemente tendrá un efecto muy marginal”, sostuvo. Y añadió: “El gobierno parece haber elegido un plan de acción que se desdobla en múltiples frentes, más que uno sólo que de respuesta a la constante salida de divisas”.

La advertencia del FMI

Desde Analytica, Caprarulo además señaló un punto no menor para analizar este tema: la posición del FMI respecto al desdoblamiento cambiario. “Esta multiplicidad de cambios no parece bueno sostenerlo mucho tiempo. Cuando uno lee el Staff Report del FMI que le aprueba a Argentina la segunda revisión, el Fondo dice que entiende la situación, pero no están de acuerdo con este camino”, aclaró.

Cómo quedaron los nuevos dólares

Para el primer rubro, el de turismo y gastos con tarjetas en divisas, se establece una percepción adicional del 25% a cuenta del impuesto a los bienes personales. Como este tipo de gastos ya abonaba el impuesto PAIS con una tasa del 30% y una percepción a cuenta de Ganancias del 45%, pagará por dólar un adicional del 100% sobre el valor del dólar oficial minorista.

Para las compras de bienes suntuarios se establece la aplicación del impuesto PAIS del 30%, más las percepciones a cuenta de Ganancias y Bienes Personales. Es decir, que sobre un dólar Banco Nación de 150 pesos, pasarían a pagar 300 pesos como desembolso inmediato.

Finalmente, para los servicios contratados en el exterior de actividades recreativas y actividades artísticas se establece la aplicación del impuesto PAIS del 30%. Para un dólar Banco Nación de 150 pesos, le correspondería desembolsar al productor que contrate dichos servicios con el exterior, 195 pesos.

Dólar turista más caro: el Gobierno sumó otro recargo y costará $ 314 para los consumos con tarjeta


Será para los gastos que superen los US$ 300 por mes. Se aplicará el mismo tipo de cambio para la compra o importación de bienes de lujo. Además, las productoras que organicen shows con artistas extranjeros pagarán un dólar de $ 204. Rige desde este miércoles.

Por Juan Manuel Barca

Preocupado por la falta de divisas desde que se acabó el ingreso extraordinario impulsado por el dólar soja, que generó en septiembre una suerte de primavera cambiaria, el Gobierno decidió avanzar en medidas para cuidar las reservas acumuladas con la creación de nuevos tipos de cambio. Con ese objetivo, desde este miércoles será más caro el dólar para viajar al exterior, comprar bienes de lujo y organizar recitales de artistas extranjeros.

«Tomamos esta medida porque tuvimos reclamos de cámaras y sectores productivos y porque queremos cuidar las reservas para producción y generación de empleo y no para la fuga«, dijo Carlos Castagneto, titular de la AFIP, en un encuentro con periodistas, en donde precisó que la decisión «no prohíbe la compra de bienes, paquetes turísticos y consumo de actividades artísticas, sino que encarece el valor del dólar».

El principal cambio es el popularizado «dólar Qatar», por el inminente comienzo del Mundial de Fútbol, aunque en realidad alcanzará a todo los consumos con tarjeta (débito y crédito) en dólares a partir de los US$ 300 mensuales.

Desde ahora, esos gastos, incluidos pasajes y hoteles, se pagarán a $ 314, en lugar de $ 275, al sumar una percepción adicional a cuenta de Bienes Personales del 25% sobre la cotización oficial ($ 157), a la que ya se le retiene un 30% del impuesto PAIS y 45% a cuenta de Ganancias. 

La idea es desalentar el uso de los plásticos en dólares y que los argentinos que viajan o consumen más de US$ 300 usen sus billetes físicos. En julio, ya se incrementó la percepción a cuenta de Ganancias y Bienes Personales del 35 al 45%. En los primeros ocho meses del año, los viajes y otros pagos con tarjeta sumaron US$ 4.600 millones, según el BCRA. Hoy, ese rubro demanda US$ 800 millones por mes, la mitad por paquetes y la otra por consumos en tarjeta en el exterior.

Según estimaciones oficiales, la medida alcanzará a 200.000 personas con consumos de tarjeta en moneda extranjera (7% del total), que gastaron US$ 263 millones, un 81% del consumo total. Mientras que 2,8 millones de consumidores con tarjeta (el 93% restante) gastó US$ 60 millones, un 19% del consumo total. «Es un porcentaje razonable (el del recargo) para alentar uso de dólares en efectivo», aseguraron fuentes oficiales.

Las modificaciones no afectarán el pago de los servicios de streaming, como Netflix, Spotify y Google, a los que hoy se le aplica un 74% de recargo (8% de impuesto PAIS, 21% de IVA y 45% de Ganancia, lo que implica un dólar a $ 273. Así mismo, los pasajes terrestres a países limítrofes, gastos médicos y proyectos de investigación seguirán con el beneficio de no pagar el Impuesto País y percepciones.

Por otra parte, se encarecerá la compra de bienes suntuarios o «de lujo» en el exterior que actualmente tienen un plazo de 365 días para el giro de divisas. Por ejemplo, automóviles y motos de alta gama, jets privados (pequeños aviones), embarcaciones de uso recreativo (barcos), bebidas alcohólicas premium, relojes, perlas, diamantes y otras piedras preciosas, máquinas tragamonedas y máquinas para minar criptomonedas.

En este caso, se aplicará el impuesto país del 30%, las percepciones del impuesto a las ganancias y bienes personales del 45%, y la percepción a cuenta de bienes personales del 25%. Así, considerando un tipo de cambio Banco Nación de $157, el dólar proyectado será de $ 314. Eso es lo que deberán pagar importadores como aquellos que efectúen esos gastos vía web, a los que hasta ahora no se le aplicaban dichas retenciones.

En tercer lugar, habrá un nuevo tipo de cambio para eventos culturales contratados en el exterior (recitales, actividades deportivas, entre otros gastos de esparcimiento) con la aplicación del impuesto país del 30%. Considerando un tipo de cambio Banco Nación de $157 y el tributo, el dólar será de $ 204. El Banco Central todavía evalúa si acotará el plazo actual de 180 días para que el sector acceda al mercado único de cambios.

Las medidas estarán vigentes desde este miércoles con su oficialización en el Boletín Oficial. El Poder Ejecutivo recurrió a un decreto para ampliar el alcance del impuesto PAIS y dos resoluciones de AFIP, que incorporan las percepciones, sin necesidad de pasar por el Congreso. En el equipo económico reconocen que los pasajes para Qatar ya fueron comprados, por lo que los cambios impactarán sobre los gastos de cara al verano. 

El paquete oficial incluirá además el nuevo sistema de monitoreo de importaciones (SIRA), que comenzará a regir desde el 17 de octubre y reducirá el plazo de vigencia de los permisos de 180 a 90 días, con la posibilidad de prorrogarlos por otros 90 días. Concluido el dólar soja, el Gobierno inició una nueva fase al endurecer la semana pasada las restricciones a las importaciones, dejando la mitad de ellas con licencias no automáticas.

Pese a que el FMI alertó por la pérdida de competitividad del tipo de cambio, el ala económica no cree que haya un «atraso» del dólar oficial y aguardan fondos frescos de organismos multilaterales antes de fin de año. Los economistas, en cambio, son escépticos en un contexto en el que el Banco Central volvió a vender dólares desde la semana pasada. Para Fernando Marull, el nuevo escenario puede «desestabilizar» el plan Massa y presionará sobre los dólares paralelos.

Claudio Caprarulo, director de Analytica, cree que el dólar Qatar llega tarde. «La mayor parte de la gente ya sacó las entradas, pasajes, seguramente quedan consumos por pagar como comidas y en algunos casos hotel. La medida puede tener más impacto para aquellos que se vayan al exterior en vacaciones de verano, si analizamos la evolución de los salarios y el consumo los viajes tenderían a concentrarse en los sectores altos donde el costo del dólar oficial tiene un bajo impacto a la hora de decidir hacer o no un viaje», señaló.

Paritarias: entre más inflación o más pobreza, el impacto de la suba de salarios en la economía


Para los economistas, este sendero implicará más suba de precios; de no hacerlo, crecerá la pobreza

Por Melisa Reinhold

En un año donde la inflación se desbocó y empezó a marcar números no vistos en las últimas tres décadas, los principales gremios reabrieron las paritarias y se sentaron firmes en la mesa para acordar un nuevo aumento salarial. En algunos casos piden una actualización arriba del 90%, en otros incluso superan las tres cifras. Son números históricamente altos, pero que se alinean con la inflación proyectada para 2022 de entre 100,3 y 101,5%, de acuerdo a las previsiones del Relevamiento de Expectativas (REM) que publica en Banco Central.

Más allá de un impacto sobre el bolsillo de los trabajadores, hay repercusiones en la macroeconomía. Por un lado, más inercia inflacionaria y presión sobre los dólares financieros son algunas de las consecuencias. Del otro lado, si la suba de precios continúa ganándole a los recibos de sueldos, avanza la pobreza y la caída del consumo.

“Las expectativas de inflación se fueron a 100%, cuando las últimas paritarias se habían cerrado en un 75-80% con cláusula de revisión. Quedaron 20 puntos abajo, por eso ahora los sindicatos firman la revisión para llegar al 100%. En esta primera instancia evalúan la inflación los sectores más firmes, como comercios, bancos, agrícolas y automotrices. Ahora, es probable que una pyme no pueda pagar una actualización del 100%. Es más, las paritarias privadas representan apenas el 25% de todos los empleos: ahí está la pérdida del salario real”, explicó Fernando Marull, economista de FMyA.

“Son lógicos los reclamos salariales, lo que intentan es recomponer el salario. ¿Tiene consecuencias? Sí, claro, primero porque es un costo más para los bienes y servicios que se producen. Con lo cual, negar que un aumento de salarios no repercute en una nueva suba de precios sería ridículo. La pregunta es a qué velocidad, porque cuando las negociaciones se vuelven trimestrales, se genera más inercia. Pero hoy el reclamo no pasa por subir los salarios, sino empatar con la inflación. Una constante para 2023 va a ser los pedidos de mayor estabilidad, en vez de mayores ingresos”, dijo Guido Lorenzo, director ejecutivo de LCG.

Los efectos sobre la macro

En un primer momento, una actualización salarial impacta sobre el consumo. Es decir, con más pesos en el bolsillo de los trabajadores, parte va a parar a la compra de bienes y servicios, algo que también termina por “fogonear” la demanda agregada a una mayor velocidad. De acuerdo con Lorenzo, incluso los asalariados que logran tener billetes extra los destinan a la compra de dólares para el ahorro. Y, a más demanda, aumenta la presión sobre las cotizaciones.

Pero con el nivel de inflación actual, ese impulso inicial dura cada vez más poco. “Entramos en un régimen de inflación donde, como las expectativas no están ancladas y las negociaciones salariales cada vez se acortan más, se termina echando más fuego sobre los precios”, agregó Camilo Tiscornia, economista y director de C&T Asesores Económicos.

También eso explica por qué en el último año se modificaron los comportamientos de consumo, según Claudio Caprarulo, director de la consultora económica Analytica. Ante la caída de ingresos en términos reales, los hogares empezaron a elegir segundas marcas o incluso a comprar menos productos en las góndolas de los supermercados como estrategia para llegar a fin de mes.

Para graficar la situación, Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra, comparó el escenario actual con un “pelotón de ciclistas”: una inflación que corre a la cabeza con un 7%, los salarios que intentan seguirle el ritmo, y el tipo de cambio mayorista que se empezó a mover en el orden del 6,5%. Una inercia difícil de frenar y que detrás tiene dos “shocks inesperados de aceleración inflacionaria”.

Evolución de las principales variables nominales, según Equilibra.
Evolución de las principales variables nominales, según Equilibra.

El primer acontecimiento inesperado fue la invasión rusa a Ucrania. El otro, ocurrió en julio, cuando Martín Guzmán pegó el portazo en el Ministerio de Economía. Según el economista, el primer shock llevó a la inflación de 4% mensual que marcó en 2021 a un 5 a 6%. El segundo, elevó el piso a 7% para el segundo semestre, incluso cuando el resto de los países estabilizan.

“Cuando todo corre a tal velocidad, la efectividad de la política monetaria y fiscal es menor. No hay forma de bajar la inflación que no sea con una terapia de shock, es decir, un plan de estabilización que probablemente tenga que encarar el próximo presidente electo. ¿Y cuál sería la alternativa? Que el salario no ajuste por inflación, y ahí está la recesión porque cae el consumo de todas las familias”, agregó.

La contracara, la pobreza. Para el segundo semestre de este año los economistas proyectan que la pobreza e indigencia aumentarán, en parte por la caída de los ingresos laborales reales producto de la inflación. Es más, si se compara la situación actual contra finales de los 90, hoy hay una mayor tasa de desempleo (6,9% versus 15,3% promedio), pero la incidencia de la pobreza es similar. “Eso nos dice que hay mucho trabajo precario que está por debajo de la línea de pobreza”, agregó Sigaut Gravina.

En un ciclo donde todo genera inflación, se tiene que ir hacia una coordinación de expectativas que permita bajar los precios hacia adelante. “Por eso el Gobierno está hablando de sumas no remunerativas, de acompañar con un bono, en vez de ajustar al 7%. El problema es que estamos discutiendo las paritarias con el mismo formato que cuando teníamos 20% de inflación, solo que ahora tenemos 100%. Se tienen que repensar los mecanismos, discutirlo en cada rubro y no solo empatar a la inflación, sino también cómo recuperar el poder adquisitivo de los últimos años. Si la economía no crece, los precios suben y el trabajador pierde cada mes un poquito, la conflictividad social va ir en ascenso”, cerró.