Dólar blue: por qué está congelado y qué puede pasar


Los dólares paralelos se mantienen en valores similares a los de 3 meses atrás. En exclusivo, economistas analizan los motivos y revelan qué estiman para el corto y mediano plazo.

Las cotizaciones paralelas del dólar siguen operando con cierta estabilidad. Más allá de las variaciones diarias al alza y a la baja, los precios del blue, MEP y CCL exhiben valores similares a los de hace tres meses atrás, entre los $ 290 y los $ 300, lejos del récord nominal de $ 350 que tocaron en julio.

Aurum Valores afirmó que, considerando la pérdida de reservas del Banco Central y las expectativas de varios meses sin poder acumular divisas, sumado al volumen de pesificación de la economía, los dólares paralelos operan por debajo de los niveles que sugieren su correlación con la base monetaria (M3).

«El desvío está por debajo de los mínimos de 2021, repitiendo moderadamente el patrón que siguió desde marzo a junio de este año, cuando prevaleció el carry trade. Estimamos que el desvío actual podría relacionarse con la fuerte suba de las tasas en pesos empujadas por el Ministerio de Economía», indicó la financiera.

El economista Gabriel Caamaño coincidió en que la relativa calma de los paralelos «es producto de la fuerte suba de tasas títulos del Tesoro, que está pagando tasas reales considerables por plazos cortos», aunque advirtió que esto no es sostenible en el largo plazo.

«Pesan varias cosas. Las subas de tasas en pesos ayudan a fomentar el carry trade. Esto de que los bancos pueden liquidar dólares al precio del MEP para pagar consumos en el exterior también puede estar ayudando a la estabilidad. A la vez, el contexto internacional», agregó Nicolás Rivas, trader de Buenos Aires Valores.

HACIA ADELANTE


El analista financiero Christian Buteler afirmó que, con los niveles de emisión monetaria, aunque ahora son menores, y una inflación viajando entre el 6% y 7% mensual, es esperable que los tipos de cambios paralelos tengan un recorrido alcista, a pesar de que es difícil prever cuándo ocurrirá.

«Cuando los turistas vuelvan del Mundial y otros destinos, no van a pagar los $ 330 del dólar tarjeta si lo pueden comprar a $ 290. Esto va a generar algo más de demanda y, por lo tanto, una suba de precios. Son buenos precios para comprar en caso de tener que hacerlo. Dudo que los podamos ver mucho más abajo de lo que están ahora», comentó Buteler.

Lo

Rivas, que también considera como atractivas a las cotizaciones actuales teniendo en cuenta la dinámica inflacionaria, hacia adelante espera cierta estabilidad, pero acompañando al índice general de los precios de la economía a partir de los niveles en los que se encuentran en este momento.

«A fin de año, las empresas tienen menos liquidez, entre otras cosas por el pago de aguinaldos. Sin un evento de shock previo, la presión sobre los paralelos debería aumentar más fuerte durante el primer trimestre de 2023. A la vez, el mayor cepo cambiario presiona sobre los paralelos», señaló Claudio Caprarulo, director de Analytica.

Caprarulo sostuvo que por eso se entiende el reciente canje de deuda en pesos que anunció el Gobierno. El equipo económico busca «despejar los vencimientos para evitar que, si las expectativas se desanclan, como ocurrió a mitad de año, exista un abandono de los instrumentos en pesos y una posterior dolarización».

¿Termina la pax del dólar blue?: esto dicen los analistas


Analistas consultados por Ámbito afirman que el dólar blue podría superar los $300 antes de fin de año. Las causas.

El mercado financiero en la Argentina mantiene relativa calma, con cotizaciones mayormente estables tanto en el segmento oficial como en el informal. Así, los dólares financieros (MEP y CCL) oscilan entre los $ 290 y los $ 300, mientras que el dólar blue sigue la misma línea, lejos de los picos de este año.

Al respecto opinaron analistas consultados por Ámbito afirmaban esta semana que el dólar blue podría superar los $300 antes de fin de año.

«Aunque sin sorpresa, ya que estaba previsto tras el ¨dólar soja¨, los operadores siguen monitoreando a diario la sangría de reservas, la cual no resulta sustentable y de ahí la creciente expectativa sobre nuevas medidas en la demanda y la oferta que apunten a corto plazo hacia un mayor equilibrio cambiario», sostuvo Gustavo Ber.

Y agregó: «El renovado reacomodamiento en los dólares financieros podría estar comenzando a mostrar que algunos operadores estarían más inclinados a cerrar sus apuestas hacia el ‘carry-trade’ de los últimos meses, ante la expectativa de que no se podría seguir profundizando el atraso con referencias ‘planchadas’ mientras se extiende la elevada inflación y nominalidad de fondo, ya que un abaratamiento al final despertaría a la demanda por cobertura de los agentes económicos.

«¿Por qué no sube el blue? Basta con ver las estadísticas monetarias y fiscales, el gobierno nos lleva a una recesión nunca vista. Está reduciendo el gasto público, pero aún no logra superávit fiscal, hay una gran contracción en la cantidad de pesos circulante, aumentó fuertemente las tasas de interés, restringió importaciones, agudizó el cepo y no genera confianza. Es un cóctel difícil de digerir por una economía que está desacelerándose en forma muy vertiginosa», sostuvo el analista Salvador Di Stéfano.

¿Qué pasará con el dólar?

Andrés Reschini, analista en F2 Soluciones Financieras, señaló: “En lo que vamos de noviembre hasta el cierre de ayer, el tipo de cambio A3500 se movió a un ritmo del 6,89% TEM o 125% TEA. Revertir la pérdida de competitividad va a depender de lo que pase también con la inflación. Es distinto si el IPC viaja al 6% y el tipo de cambio al 6,9%, a que el IPC siga acelerando y el tipo de cambio oficial lo corra de atrás, como viene sucediendo desde al menos 2021, con la excepción de septiembre de este año, mes para el cual ambos empataron”.

En esta línea, Pablo Repetto, head of research en Aurum Valores, destacó que “la magnitud del atraso ya es tan grande que no vemos posible que el crawling peg pueda ser exitoso en revertir lo acumulado; quizá en el mejor de los casos alcance para no profundizarlo”.

Reschini consideró: “El tipo de cambio oficial está mucho más abajo del tipo de cambio de equilibrio del mercado. Como está más abajo de lo que se operaría bajo condiciones de libre mercado, los agentes tratan de no liquidar, pero, a la vez es un incentivo a adquirir a ese TC, o sea, importar. Vimos un ejemplo de que cuando se pone más a tono con lo que sería un valor de mercado, este responde cuando se implementó el Programa de Incentivo Exportador para sojeros”.

Fajo de dólares.

Asimismo, un informe de Ecolatina advierte que sobre esta dinámica sigue influyendo una menor liquidación del agro: “En la semana pasada, la liquidación del sector ascendió a u$s 182 millones, 40% por debajo de los u$s 311 millones de la semana previa. El promedio diario de u$s 36 millones, resulta asimismo muy inferior a los u$s 150 millones diarios de agosto. Cabe recordar que durante octubre la liquidación del agro fue la menor desde marzo 2020. De esta forma, se va revelando más claramente la magnitud del adelantamiento de exportaciones provocado por el “dólar soja” y la consecuente escasez de oferta para los meses subsiguientes. La sequía ya está dejando daños permanentes que redundarán en una menor oferta en el MULC y volverán más angosto el margen de maniobra de la autoridad monetaria”.

Para el economista Gabriel Caamaño la calma en los dólares financieros «es producto de la fuerte suba de tasas títulos del Tesoro, que está pagando tasas reales considerables por plazos cortos», aunque advierte que esto no es sostenible en el largo plazo.

El analista financiero Christian Buteler afirmó que, con los niveles de emisión monetaria, aunque ahora son menores, y una inflación viajando entre el 6% y 7% mensual, es esperable que los tipos de cambios paralelos tengan un recorrido alcista, a pesar de que es difícil de prever cuándo ocurrirá.

«Cuando los turistas vuelvan del Mundial y otros destinos, no van a pagar los $ 330 del dólar tarjeta si lo pueden comprar a $ 290. Esto va a generar algo más de demanda y, por lo tanto, una suba de precios. Son buenos precios para comprar en caso de tener que hacerlo. Dudo que los podamos ver mucho más abajo de lo que están ahora», comentó Buteler.

Claudio Caprarulo, director de Analytica, advirtió: «A fin de año, las empresas tienen menos liquidez, entre otras cosas por el pago de aguinaldos. Sin un evento de shock previo, la presión sobre los paralelos debería aumentar más fuerte durante el primer trimestre de 2023. A la vez, el mayor cepo cambiario presiona sobre los paralelos», señaló .

Cuarta caída del gasto público

Los gastos devengados de la Administración Pública Nacional (APN) fueron en octubre de 1,369 billones de pesos, con un incremento nominal interanual del 44 por ciento. Con ese resultado, van cuatro meses consecutivos en los que se registra una caída del gasto en términos reales, según un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). De ese modo, el Gobierno busca cumplir la meta fiscal pactada con el FMI.

«En caso de verificarse la inflación del 6,5 por ciento prevista por el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado, difundido por el Banco Central) para octubre, la reducción del gasto en términos reales alcanzaría el 23,5 por ciento», destacó la entidad.

La información oficial sobre las cuentas públicas de octubre será dada a conocer por el Ministerio de Economía el martes 22 de noviembre.

El desempeño de octubre podría repetirse en noviembre, a juzgar por el análisis del gasto primario de la primera semana del mes realizado por la consultora Analytica, que dio cuenta de una reducción real del 14,6 por ciento respecto de la primera semana de octubre y del 23,4 por ciento en la comparación interanual.

La entidad presidida por Ricardo Delgado puntualizó que en la primera semana de este mes hubo una caída real interanual del 25,4 por ciento en subsidios económicos, 29 en obra pública, 43 en transferencias a provincias, 51,8 en programas sociales y 57,9 en bienes y servicios.

En el acumulado de diez meses de 2022, el gasto devengado ascendió a 12,985 billones de pesos, con un alza nominal del 63 por ciento. Al respecto, el CESO resaltó que «el gasto acumulado ya muestra por primera vez en el año una variación real negativa» con una caída del 2,7 por ciento respecto del mismo período de 2021 a valores constantes.