Con créditos más caros anticipan que el consumo crecerá menos

09/01/18

Mención de Prensa – Nota por Annabella Quiroga para Clarín

Los analistas señalan que el consumo se expanderá 2,8% este año, por debajo del nivel del PBI.
En 2018, la evolución del consumo estará atada al crédito más que en años anteriores. Bajo la premisa de que este año los salarios reales perderán poder adquisitivo y el financiamiento se encarecerá, la consultora Analytica estima que en 2018 el consumo crecerá 2,8%, por debajo de la expansión del PBI.

Para Analytica, «en 2018, la dinámica del consumo dependería del crédito privado. Creemos que esta última variable no será tan pujante como lo fue en 2017, condicionando el crecimiento del consumo de las familias y, por ende, del PBI».
Para la consultora, «en 2018, los salarios reales no crecerán como lo hicieron el año pasado». Datos oficiales señalan que los sueldos aumentaron 26,5% contra una inflación estimada en 24,6%, según el IPC Congreso.

Con ese escenario, Analytica estima que el consumo crecerá 2,7% en 2018, por debajo del PBI, en un escenario liderado por la inversión, especialmente la construcción.
Efecto negativo

Para el IERAL, «el aumento de las tasas activas de interés para préstamos personales y para tarjetas de crédito, como así también las mayores tasas de interés para ahorro (pasivas) podrían afectar negativamente la evolución del consumo». Pero matizan que, hasta ahora, la dinámica de los principales indicadores de consumo no parece verse resentida por el aumento en las tasas de interés impulsada por la autoridad monetaria. «Si bien se espera que el consumo continúe en ascenso durante 2018 gracias a la evolución de la masa salarial, el mantenimiento de tasas de interés altas en términos de la inflación esperada seguramente terminará reduciendo el fuerte impulso que tuvieron los créditos durante 2017 (terminan el año expandiéndose a un ritmo dos veces mayor que los depósitos).»

En 2017, mientras los créditos hipotecarios crecieron 111%, los prendarios se expandieron 69% y la financiación con tarjetas de crédito subió 24,4%.

Para Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, en 2018 los hipotecarios y los prendarios seguirán teniendo un buen año, mientras que los créditos prendarios y con tarjeta no tendrán un incremento importante. «El año pasado las tarjetas crecieron al ritmo de la inflación. Perdieron estímulos al perder vigencia las cuotas sin interés. Esperamos que este año se muevan igual: la tarjeta dejará de tener un financiamiento en cuotas y pasará a financiar los consumo más cortos».
Respecto del impacto que la baja de las tasas por parte del Central podría tener en el costo de los créditos, Barbero estima que «en préstamos personales no habrá grandes cambios en las tasas, a menos que haya un brusco descenso en la tasa pasiva. Pero todo hace suponer que el sendero será de leve baja para febrero y marzo». Barbero remarca que «los personales están muy influenciados por los costos operativos, entonces esos costos tienden a bajar de a poco, y cuando lo hacen es en función de los plazos y el volumen de colocación».

El economista Jorge Vasconcelos señala que la contribución del crédito al crecimiento «está destinada a ser bastante más débil que en 2017», un año en el que el stock de préstamos al sector privado trepó 2 puntos del PBI. «Con las tasas reales de interés vigentes antes de la modificación de las metas de inflación, este cambio de ritmo habría sido más notorio», indica.

En los últimos dos años, el endeudamiento de las familias aumentó en términos de PBI: pasó de 6,5% a 7,1%, según datos del Banco Central. Pero aún queda mucho camino por recorrer. Si bien el crecimiento fue importante, está muy por debajo del nivel que manejan otras economías de la región. En México es del 16,2% y en Brasil del 19,4%, mientras que en países desarrollados como Italia llega al 55%. En Estados Unidos es del 85% y en el Reino Unido, del 91%, según el relevamiento de Guillermo E. Bidart y Jorge A. M. Golla. «Esta diferencia se hace aún más significativa al considerar las líneas hipotecarias a las familias que, por ejemplo, representan casi 44% del PBI en promedio en economías desarrolladas», indican.

El dólar recorta la subida en espera de definiciones del Banco Central

09-01-18 Nota de Prensa por La política Online

La divisa llegó a $19,41 y redujo su cotización a $19,30 en la medida en que se reducen las expectativas de baja de tasas.

Conforme pasan las horas y falta menos para que el Banco Central se pronuncie respecto de la nueva tasa de interés de referencia de la economía, en el mercado se redujo la presión alcista sobre la moneda estadounidense. De su máximo a $19,41 a media mañana, el tipo de cambio minorista se redujo a $19,30 en el promedio de bancos privados y casas de cambio del microcentro porteño.

En tanto, en la pizarra del Banco Nación la moneda estadounidense bajó a $19,20 en la punta vendedora. En este momento, una Letra del Banco Central a 30 días en el mercado secundario paga 27%, es decir 175 puntos básicos menos que los 28,75% de la tasa de referencia actual.

En el mercado aseguran que esto acota la magnitud de la baja de la tasa y hay quien no descarta que la baja de este martes sea un poco menor y que dentro de dos semanas se complete la baja de la tasa para tantear al mercado en la próxima licitación de Lebacs, este jueves.

Esta baja de tasas esperada desde el cambio de metas de inflación es resistida por los defensores de la política antiinflacionaria. Pero el Gobierno resolvió priorizar el crecimiento económico, convivir con un poco más de inflación y relajar las tasas de interés para, por un lado, descomprimir financieramente a las pymes; y, por otro, para forzar el dólar al alza y mejorar el tipo de cambio para las exportaciones. 2017 terminó con un récord de déficit de balanza de pagos.

Sin embargo, en el mercado descreen que esta baja de tasas se traduzca en un crecimiento considerable de la actividad económica. En general las proyecciones para el PBI de este año se ubican por debajo de 3,5% fijado en el Presupuesto Nacional.

Solo para Rodrigo Álvarez, economista en jefe de Analytica, la economía crecerá al ritmo que señala el Gobierno. En su opinión, con el corrimiento de la meta de inflación, este año el dólar terminará en la zona de $21,25 -$2,65 arriba de los $18,60 como se proyectaban cuando la meta era de a lo sumo 12% anual- y la economía podrá sumar 0,5% de expansión del PBI y así llegar al 3,5%.

«La dinámica del impacto positivo de la tasa de interés sobre el producto es por comercio exterior. Esto es porque la baja de tasa de interés repercute en una suba del tipo de cambio real que mejora la competitividad de las exportaciones, pero fundamentalmente encarece las importaciones, generando un cambio en la composición del gasto de bienes transables hacia no transables. Esto, además de repercutir favorablemente en la cuenta corriente, hace que el comercio exterior tenga más valor agregado», dijo Álvarez a LPO.

«No obstante, este escenario depende crucialmente de las paritarias, en un contexto en el cual el crédito privado no será tan pujante como en 2017», aclaró.

Para el consenso de los analistas, el crecimiento ganado será más acotado. Por ejemplo, para Eco Go, la antigua consultora de Miguel Bein, este cambio puede significar una expansión del 2,1% anual a, lo sumo, 2,5% de crecimiento de la economía.

Cerca de Macri buscan que la tasa baje mucho y pronto

06/01/18 – Nota de prensa por Ezequiel Burgo para Clarín.

Creen que debería bajar 400 puntos. En privado, admiten que llevará tiempo bajar la inflación.

Un economista que trabaja en la Jefatura de Gobierno calcula que la tasa de interés de política monetaria debería bajar entre 300 y 400 puntos básicos. Es una de las cifras que se toman cerca del Presidente para señalar que el costo del dinero en la Argentina es tan alto que “nos llevaba a una situación como la de Brasil: atraso cambiario, baja inversión y bajas exportaciones”.

Así hablan hoy al lado del despacho de Macri sobre las perspectivas de la economía. Dan por hecho que la tasa de interés bajará. ¿Pero desde cuándo? “Cuanto antes”, responden. 

Sorprende en la Casa de Gobierno cuando se escucha hablar de inflación hoy. Primero porque admiten que de los niveles que exhibe hoy la Argentina no se baja “tan rápido” como se había calculado. Muestran gráficos arriba de sus escritorios de economías como España, Colombia o Chile que demoraron entre 7 y 10 años en bajar tasas del 20%. Segundo porque citan autores hetorodoxos. “Esto ya lo explicaron Roberto Frenkel o Adolfo Canitrot”, cuentan de dos economistas reconocidos en la materia. Tercero porque introducen un nuevo concepto en el vocabulario sobre qué es lo que hace tan difícil bajar la inflación : “La inercia existe”.

En la Argentina la tasa de interés de política monetaria está en 28,75%. En el Gobierno dicen que si a ese número se le descuenta la inflación esperada, entonces el nivel real sería 9,5%. Aún así resulta el más alto de la región según muestra un trabajo del economista Rodrigo Alvarez, de Analytica. Ese 9,5% de Argentina en Brasil está en 3,5%, en Colombia 1,6%, México 3,1%, Perú 1%, Uruguay 2,1% y Chile -0,4%. El promedio de la región da 1,8% -en todos los casos descontando el impacto de la inflación-.

“La meta nueva de 15% es exigente -admiten en Jefatura tras el anuncio de la modificación del objetivo inflacionario-, calculamos que andará este año en 18% y eso sería un éxito”. Para ello apuntan a salir de la claúsula gatillo. Pero para empezar, dicen, la tasa tiene que bajar. “Hay que evitar la trampa del atraso cambiario”.

LA NEGOCIACIÓN SALARIAL ENTRE TRABAJADORES, EMPRESARIOS Y EL GOBIERNO

03/01/18 –  Nota de prensa por El Día.

Los gremios insistirán en las paritarias con una cláusula de ajuste con la inflación.

El Ejecutivo quiere un porcentaje fijo, de 16%, sin cláusula gatillo. Los gremios se oponen y anticipan una dura negociación

La semana pasada, antes de fin de año, el gobierno nacional ajustó la pauta inflacionaria para 2018: la subió de 10% a 15%. Y en la reunión que llevaron a cabo el viernes pasado, en la sede de la UOCRA los sindicalistas Martínez, Luis Barrionuevo, Hugo Moyano y otros, tomaron debida nota de los nuevos números.

El primero en hacer público el pensamiento de los dirigentes sindicales reunidos en la calle Belgrano, fue el gastronómico Luis Barrionuevo.

“No va a haber un techo. El Ministerio de Trabajo hasta hace 15 días estaba llamando individualmente a algunos gremios a los que se les va a vencer la paritaria y hablaba de un 9, un 10 por ciento”, sostuvo el dirigente sindical.

Y cruzó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien había manifestado que “las expectativas del sector privado que releva el Banco Central están en 16,6% para el año que viene y entonces uno debería esperar que las paritarias para el año que viene cierren en ese número”.

Los sindicalistas pusieron como ejemplo a seguir, el acuerdo logrado por el gremio Utedyc, que nuclea a trabajadores de entidades deportivas, clubes de campo y entidades mutualistas.

El sindicato selló un incremento promedio de 19% en dos tramos, más una revisión en noviembre próximo según la evolución de la inflación.

“Es lo que vamos a pedir, de mínima si el gobierno se opone a las cláusulas gatillo”, dijeron cerca del gremialista Sergio Palazzo.

Este sindicato. la Bancaria, tiene pensado una suba porcentual del 19,5% y una revisión de la inflación a fin de año.

Otro de los gremios que pesará en las paritarias de este año es UPCN, que cobija a los empleados estatales. Aquí también plantean que haya una cláusula especial, que ajuste el porcentaje de aumento acordado a un ajuste por inflación.

Para el consultor Rodrigo Alvarez, de Analytica, aseguró que el resultado del aumento salarial depende de unas paritarias que sitúa en 16% “porque el Ministerio de Trabajo estaría negociando eliminar las cláusulas gatillo, lo que implica anticipar unas paritarias conflictivas, con una pérdida real de al menos 4 puntos por los aumentos esperados a principio del año pasado”.

En tanto ayer la conducción de la CGT expresó su “preocupación” y la de centenares de familias de trabajadores por “la pérdida de sus empleos en la última semana” de 2017, tanto en el sector público como en el privado.