Dólar y tasa de interés: el efecto manta corta se mete en la discusión


El oficialismo duda en mover su política monetaria, por temor a que genere contracción económica y un mayor déficit cuasifiscal. Sin embargo, los economistas creen que es necesario hacerlo pronto. Hay quienes consideran que Finanzas debería subir el interés de las letras del Tesoro.

Por Juan Pablo Alvarez

Voces ortodoxas y heterodoxas vienen señalando la necesidad de subir las tasas de interés para evitar la dolarización. Sin embargo, el oficialismo no se decide a modificar su política monetaria, por temor a detener el moderado rebote que viene teniendo la economía y para no recargar el déficit cuasifiscal .

Quien se coló en la discusión fue el director de PxQ Emmanuel Álvarez Agis, que en una entrevista con Radio Con Vos disparó: «La Argentina tiene la tasa de interés neta de inflación más baja del mundo y por ello la moneda más débil del mundo«

En ese sentido, Álvarez Agis recordó la decisión del kirchnerismo en 2014, cuando él mismo era viceministro de Economía de Axel Kicillof: «En febrero 2014 teníamos que calmar la devaluación y ¿cómo lo hicimos? Subiendo la tasa de interés».

Por último, enfatizó: «Si tu moneda se está derritiendo, yo les diría a la empresa que necesita crédito barato ‘aguantá un minuto, porque si el dólar se va $ 400 no te va a alcanzar para comprar una máquina'».

SUBA DE TASA DE INTERÉS 

Más allá del caso Álvarez Agis, en el mercado hay una visión generalizada de que es necesario una suba. Al respecto, el economista Jorge Neyro señaló que el Banco Central puede «tratar de afinar» un poco entre dos objetivos: «Dar tasas positivas a los ahorristas y no empeorar demasiado la hoja de balance del Banco Central«. 

Pero aclaró que tal equilibrio «es muy difícil de lograr, porque el punto óptimo cambia todo el tiempo».

Por su parte, el porfolio manager de Consultatio, Francisco Mattig, sostuvo que es necesario aplicar política monetaria para sostener una senda cambiaria razonable. 

Pero aclaró: «No tanto para tentar a los inversores locales con rendimientos reales positivos, sino más por el lado de los agroexportadores. Porque, desde un punto de vista inversor, los que no están cautivos no tienen sensibilidad para irse a la tasa de interés. Y los que están cautivos, precisamente, son cautivos». 

A partir de este análisis, Mattig amplía: «Sí es importante tener una tasa positiva por los agroexportadores. Y ahí no es tan importante la tasa pasiva, como la Badlar, sino la tasa activa: por ejemplo, préstamos personales o adelantos en cuenta corriente». 

En tanto, el director de Analytica, Claudio Caprarulo, afirmó que «hay que garantizar que aquel que ahorra en pesos le gana a la inflación y a la devaluación».

«Pero si aumentan las tasas y no logran reducir la devaluación esperada, nunca va a alcanzar y se va a generar en muchos sectores una contracción innecesaria».

Caprarulo expresó que, en una economía con cepo cambiario, la transmisión de la tasa de política monetaria hacia las tasas pasivas de los bancos (en plazos fijos) es mucho menos directa y efectiva.

«Si aumentan la tasa de política monetaria en 10 puntos no es que la de plazos fijos va a aumentar en esa proporción», explicó.

A modo de conclusión, Caprarulo señaló: «Es evidente que va a haber una corrección en las tasas. Su efectividad va a depender de que el BCRA ponga sobre la mesa un programa de política monetaria con objetivos claros, con reuniones de comisión de seguimiento, comunicando bien lo que busca».

LICITACIONES

Según pudo averiguar El Cronista, existen en el oficialismo algunas voces que consideran que el Tesoro debería incrementar las tasas de sus instrumentos en las licitaciones. Sin embargo, en el mercado creen que ello no sería suficiente para revertir el problema actual.

«Parte de la liquidez bancaria está siendo colocada en bonos del Tesoro, pero hoy es una porción muy menor. En Leliq y pases está más o menos el 50% de los depósitos. Hoy la tasa que paga el Tesoro no es la que mueve el canal de tasa de interés de la economía vía bancos», explicó el director de la Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño.

No obstante, un informe reciente de la Consultora 1816 señala: «El Central se enfrenta con el problema de que si sube las tasas de Leliq o pases crece el déficit cuasifical, en un contexto en el que los pasivos remunerados en relación a la base monetaria están en máximos de las últimas décadas. Pero, al menos, el Ministerio de Economía podría ofrecer mejores rendimientos en sus letras cortas para que la ecuación cierre».

Al respecto, Neyro subrayó: «Si el Banco Central sube las tasas, el Tesoro va a tener que acompañar, porque si no va a hacer muy difícil lograr el roll over con sus títulos de tasas fijas. Pero eso va a incrementar el costo del financiamiento».

EL CASO DE BRASIL

En lo que va del año, Brasil subió tu tasa de política monetaria 725 puntos básicos, desde 2% en marzo hasta 9,25 por ciento.

El economista argentino Eduardo Crespo, profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ) explicó que Brasil durante muchos años tuvo una una tasa real que no solo era positiva, sino que también era mayor a cero su diferencial respecto de la tasa de interés internacional más una expectativa de devaluación esperada. 

Esto cambió durante los primeros años del presidente de Brasil Jair Bolsonaro, pero ahora el gigante del Sur volvió a optar por el camino anterior, explicó también Crespo.

Respecto del caso argentino, consideró: «Hoy no hay ningún incentivo para quedarse en pesos. El Gobierno puede denunciar que hay fuga de capitales y demás, pero la realidad es que ninguna persona que cobre una herencia o una indemnización se quedaría en pesos mientras que la tasa de interés no le cubra la expectativa de devaluación». 

Por último, ante la consulta de si puede haber un trade off en la suba de los tipos de interés, Crespo detalló: «Yo no creo que un movimiento de tasas pueda tener un efecto negativo en actividad. No sé cuánto de la inversión depende de ello y creo que quienes piensan que es un riesgo se basan en una literatura que no es la nuestra. Pero sí creo que una parte del Gobierno tiene miedo de que haya un efecto fiscal, en el sentido de pagar una tasa mayor. Pero dicho efecto sería irrisorio, respecto de lo importante que es generar un incentivo para quedarse en pesos».