Suba del dólar: la economía cayó en mayo y la tensión financiera golpea la actividad


El PBI cayó en torno al 1% en mayo y se espera una continuidad en la merma de la actividad. Incluso los analistas anticipan una recesión a partir del segundo trimestre. Las tensiones financieras de las últimas semanas complican hacia adelante las expectativas de inflación, que impactarán en el consumo, mientras que las restricciones al acceso de dólares para importar, en el actual contexto de escasez de reservas en el BCRA, también tendrán consecuencias por el lado de la oferta.

Por Agustín Maza

La economía cayó en torno al 1% en mayo y se espera para los próximos meses una continuidad en la merma de la actividad. Incluso los analistas anticipan una recesión a partir del segundo trimestre. En ese marco, las tensiones financieras de las últimas semanas complican hacia adelante las expectativas de inflación, que tendrá impacto en el consumo, mientras que las restricciones al acceso de dólares para importar, en el actual contexto de escasez de reservas en el BCRA, también tendrán consecuencias por el lado de la oferta.

El Índice General de Actividad de Orlando Ferreres arrojó para el quinto mes una baja del 1,2% desestacionalizada respecto al mes previo. En coincidencia, el indicador del Itega marcó una merma mensual del 0,9% para el mismo período. «Hacia adelante esperamos que la situación macroeconómica sufra mayores deterioros. Al Gobierno se le cerró el acceso al financiamiento en pesos y la calma cambiaria llegó a su fin», consideró Ferreres. Además, explicaron que las posibilidades de desacelerar la marcha inflacionaria son «casi nulas» y que el cumplimiento de las metas con el FMI están cada vez «más lejos«.

«El frente externo también presenta desafíos, con las principales potencias subiendo las tasas para controlar la inflación y dispuestas a pagar el precio de una menor actividad económica, llevando a los activos a refugiarse en mercados de menor riesgo», añadió la consultora.

En tanto, Alejandro Giacoia de Econviews dijo a BAE Negocios que las medidas que aplicó el BCRA para frenar la pérdida de divisas por el lado de la importación es un camino equivocado. «Seguir ajustando por cantidad, es decir mayor cepo, va a generar más desabastecimiento, más inflación y menor actividad porque las empresas necesitan de las importaciones para producir», sostuvo el economista.

Si bien el PBI creció 0,9% desestacionalizado en el período marzo-enero, Econviews anticipó un segundo trimestre de estancamiento y un tercero de contracción, «producto de la escasez de divisas para financiar reservas, una reducción en los ingresos reales por el avance de la inflación debilidad en la producción agrícola«. Por tanto, estimaron que el 2022 cerraría con un crecimiento del 3,5%, un poco por debajo de la proyección del 4% que consignó Economía en la actualización del Presupuesto.

En esa línea, el BCRA mencionó ayer en el Ipom que esperan una contracción «transitoria» de la actividad económica durante el segundo trimestre debido principalmente al impacto de la sequía en la cosecha gruesa.

El director de Analytica, Claudio Caprarulo, destacó a BAE Negocios que las tensiones en el mercado de cambios no son hechos aislados. “Hay inconsistencias en el programa financiero, en particular sobre cómo vas a cubrir el déficit fiscal creciente si el mercado no quiere tener tanta deuda en pesos y cómo vas a acumular reservas, en el marco de un acuerdo con el FMI que pide justamente eso”, precisó.

Además, Caprarulo coincidió en que habrá un estancamiento de la actividad a partir del segundo trimestre. «Hay que ver cómo se aplican las restricciones porque las empresas necesitan saber si van a poder acceder a insumos para producir. Sin duda esto pone un techo a la actividad», detalló.

Inflación: ¿cuál será el número de junio que estiman las principales consultoras?


Fuertes subas en el gasoil, alimentos y prepagas sumado al rescate de los bonos CER por parte del Banco Central dificultan la idea del gobierno de bajar el índice de precios a partir de junio.

Si bien todavía quedan tres días para que termine junio, algunos analistas económicos y consultoras tienen un estimado de cuál será la inflación para este mes. En ese sentido, la suba en los precios de alimentos, el alza en el gasoil, el nuevo ajuste en prepagas, sumado al incremento en las cuotas en colegios privados y una mayor emisión de pesos harían que el índice se ubique nuevamente en torno al 5%. 

Para la consultora EcoGo, el pronóstico es del 5% para junio y 4,7% en julio.  «En este mes y el próximo, la inflación seguirá en torno al 5%, sin bajas previstas por ahora», proyectó el director de EcoGo, Sebastián Menescaldi, a la agencia NA.

En tanto, la consultora Analytica estima una inflación del 5,4% por el ajuste en las tarifas de servicios públicos y, en segundo lugar, el encarecimiento de alimentos con estacionalidad, como verduras. Sobre julio, estimó que la suba de precios estará más en línea con lo que sucede con la inflación núcleo, perforando después de cuatro meses el 5%, hasta ubicarse cerca del 4,6%, dijo el titular de la consultora, Claudio Caprarulo.

Por su parte, el economista Salvador Di Stefano proyecta un valor entre el 5% y el 5,5%. «Está todo complicado como consecuencia del rescate del Banco Central a los bonos CER y las fuertes subas en el gasoil», señaló el analista financiero. Una situación similar describe Damián Di Pace, analista económico, titular de la consultora Focus Market que espera una inflación alrededor del 5%.

Próximos aumentos   

En julio se concretará el tercer tramo del aumento que se autorizó a las empresas de medicina prepaga, lo cual influye en el rubro Salud del costo de vida. Las cuotas se incrementarán un 4% durante el mes próximo, luego de las subas de 8% de mayo y de 10% de junio.

Ese mes, se aplicará el primer aumento (20%) a las tarifas de agua. Cabe recordar que AySA hará durante 2022 un ajuste del 32%, en dos tramos. Luego habrá un 10% acumulativo en octubre. La actualización tarifaria se encuentra en línea con la propuesta formal que presentó la empresa durante la última audiencia pública que se realizó en mayo pasado.

La empresa volvería a pedir una nueva suba antes de fin de año y analiza una segmentación de tarifas, como la que se prevé implementar para los usuarios de los servicios de gas y electricidad.

Subas en los alquileres

En julio se dará la segunda actualización anual desde que se sancionó la Ley de Alquileres.Mientras en el Congreso sigue el debate por su modificación, los contratos que se firmaron en julio de 2020, cuando se reglamentó la ley, tendrán el próximo mes un nuevo ajuste.

Para un contrato que en julio de 2021 tenía un valor mensual de $50.000, con la actualización anual pasará a ser a partir de julio de 2022 de casi $75.000, un incremento de 48,23%.

El actual Índice para Contratos de Locación (ICL) tiene en cuenta en partes iguales las variaciones mensuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y de la Remuneración Imponible Promedio de Los Trabajadores Estables (RIPTE).

Para los economistas, las nuevas medidas del Gobierno generarán más inflación y menos crecimiento


Los analistas afirmaron que era inevitable que el equipo económico profundizara las restricciones al dólar, pero advirtieron por sus consecuencias de corto plazo

Por Martín Kanenguiser

Los economistas afirmaron que las medidas adoptadas por el Gobierno para tratar de “pasar el invierno” con menos dólares provocarán más inflación y una mayor desaceleración económica. La frase evoca al ajuste implementado hace 63 años por el ministro de Economía Alvaro Alsogaray durante el gobierno de Arturo Frondizi en un contexto de alta inflación.

Consultados por Infobae, los analistas expresaron que las decisiones de hoy constituyen un paquete de profundización inevitable del cepo en medio de las dificultades del Banco Central para sumar reservas, en sintonía con el acuerdo que firmó la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Horas después del anuncio, se dispararon todas las cotizaciones paralelas del dólar.

Claudio Caprarulo, de Analytica, consideró que la decisión de la entidad que preside Miguel Pesce “es una medida poco feliz pero lógica y necesaria en un régimen macroeconómico donde los incentivos están muy distorsionados. Es un nuevo parche”. “Desde Analytica estimamos que en mayo el exceso de importaciones por encima del nivel de actividad rondó los U$S 1.200 millones, un lujo que la Argentina aún sumida en una crisis de deuda externa no se puede dar. La pregunta es por qué se demoró tanto la sintonía fina, ya que desde fines del año 2020, que en los números se refleja un exceso de importaciones producto de una brecha cambiaria y un escenario de mucha incertidumbre”, indicó.

“Si sabes que no podés levantar el cepo cambiario porque una fuerte devaluación no es viable entonces la contracara es que tenés que ser muy preciso en la asignación de dólares a tipo de cambio oficial”, aclaró.

Si sabes que no podés levantar el cepo cambiario porque una fuerte devaluación no es viable entonces la contracara es que tenés que ser muy preciso en la asignación de dólares a tipo de cambio oficial (Caprarulo)

En términos de actividad, indicó, “si la medida es bien implementada debería ser marginal el impacto negativo, porque tiene que atacar a las importaciones especulativas, pero pone más presión a los precios porque afecta los costos de reposición de los productos afectados”.

“Va a ser muy importante como trabaje el Gobierno sobre las expectativas; tiene que mostrar resultados rápido y dar a conocer un sendero de normalización. A su vez, el diálogo con los sectores productivos es clave para contener los efectos adversos y recalibrar ante errores”, expresó.Más controles a las importaciones
 Foto de archivo. REUTERS/Marcos Brindicci

“La economía está en una situación muy frágil: no hay margen de error. Otra variable importante es adónde van a ir los pesos que iban a esas importaciones porque las importadoras no pueden acceder a los dólares financieros”, informó.

Más discrecionalidad

Francisco Gismondi,de Empiria, afirmó que “lo más importante son las nuevas restricciones para las importaciones de las licencias no automáticas (que además de que las aprobaciones son discrecionales ahora tienen máximos a pagar al contado, y una parte van a tener que pagarlo a 180 días) y para la importación de servicios”.

“El efecto negativo sobre la actividad se sumará a la falta de energía. El máximo de actividad del año pareciera que ya ocurrió. De acá a fin de año será peor en términos del PBI; el promedio igual te da para arriba”, indicó Gismondi.

El efecto negativo sobre la actividad se sumará a la falta de energía. El máximo de actividad del año pareciera que ya ocurrió. De acá a fin de año será peor en términos del PBI (Francisco Gismondi)

Por otra parte, la inflación “con estas medidas va a estar más cerca de 80% este año y el dólar paralelo tiene para ubicarse en una brecha más parecida a 100%. Ya viene subiendo, esto le da más proyección de suba”.

Marcelo Elizondo dijo que las decisiones ”generan dos tipos de problemas: el primero es objetivo para aquellos a quienes se les impide llevar adelante las compras porque se les restringe la actividad productiva. El segundo es subjetivo; crea un clima de temor y sospecha para todos que hace diferir o modificar disfuncionalmente decisiones económicas por parte de los actores, ante a la duda”.

Además, “la afección de la autonomía para generar contratos en esta materia (que desde hace tiempo ocurre en Argentina a través del régimen cambiario, los límites regulativos, las restricciones diversas vigentes y las cuantificaciones) es una lesión al marco de referencia institucional que afecta el dinamismo y la agilidad económicos generales”.

Gabriel Caamaño, de Ecoledesma, explicó que las medidas implican “más cepo: están extendiendo las SIMI y sus límites de acceso al Mercado Único Libre de Cambio a operaciones que no estaban alcanzadas por ellas. Lo más significativo me parece el tema de servicios”.

“Están ahorrando dólares explícitamente, trabando la cuenta corriente para pasar el invierno”, dijo Caamaño. Con este dato, la inflación llegaría al “80% cómo escenario base, pero puede ser más tranquilamente”.

Están ahorrando dólares explícitamente, trabando la cuenta corriente para pasar el invierno (Caamaño)

En tanto, María Castiglioni, de la consultora C&T, dijo que “era previsible que el Gobierno planteara más limitaciones a las importaciones; en la práctica lo que hace es incluir más rubros en el régimen de licencias no automáticas; con esta caída de algunas importaciones habrá un mayor encarecimiento de algunos bienes importados y menor actividad económica”.Maria Castiglioni advirtió sobre el efecto de las restricciones adicionales sobre el PBI y el IPC

“En el corto plazo habrá menos importaciones y más caras. O sea, un impacto negativo sobre el nivel de actividad, como parte de las estrategias defensivas que se adoptan”, expresó la economista. Además, explicó, “la salida de divisas por turismo y otros rubros de servicios que se habían acotado con la pandemia se volvió a acelerar”. Con este panorama, C&T estima una inflación del 75% y un alza del 2,3% del PBI.

Guido Lorenzo de LCG afirmó que “son medidas que reflejan la escasez de divisas y la imposibilidad de generar crecimiento. Esperamos que repercutan sobre las importaciones y en consecuencia sobre la oferta global, lo cual se puede traducir en mayores precios y un crecimiento punta a punta del 1,5% y de -5% a fin de año”.

Son medidas que reflejan la escasez de divisas y la imposibilidad de generar crecimiento, que repercutirán en mayores precios y un menor crecimiento económico (Guido Lorenzo)

Medidas cantadas

A su vez, Lorenzo Sigaut Gravina de Equilibra sostuvo que “las medidas estaban cantadas, porque había que frenar la parte quizás especulativa y se le han puesto varias trabas”.

Luis Secco advirtió que “es un límite adicional importante sobre el nivel de actividad, aunque hicieron una excepción con las pymes, pero tal vez para muchas empresas, por el prorrateo establecido, significa que no pueden importar más el resto del año”.

Juan Pablo Ronderos, de MAP, dijo que “las medidas anunciadas no nos sorprenden. Venimos conversando con nuestros clientes sobre un escenario más difícil para los negocios a medida que nos acerquemos a 2023. Hasta hace unas semanas les decíamos que el próximo año empezaba en octubre-22, por la estacionalidad de la liquidación del agro. Pero parece que 2023 empieza en julio-22″.

“Una de las dimensiones de ese marco de los negocios es sin dudas el acceso o no al mercado de cambios (los otros, gap entre inflación/devaluación/tasas de interés, presión impositiva, y regulación de mercados/controles de precios). Y ante los desequilibrios macro, el gobierno siempre elije el ajuste micro. En este caso, aún cuando la disponibilidad de divisas es inédita (el agro aportó en los primeros seis meses 15% más de dólares que el ya récord 2021), la imposibilidad de acumular reservas por las mayores necesidades de importación de energía, pago de servicios (fletes y turismo), y el pago de intereses, lleva a tomar decisiones como las anunciadas”, indicó.

Para Ronderos, “esta no será la última medida, no solo en lo que refiere al mercado de cambios, sino también a las otras dimensiones del marco de negocios en Argentina”.

En tanto, Martín Kalos agregó que “dada la primera reacción de los activos financieros, en el corto plazo está claro que complicarán más a las importaciones con licencias no automáticas con un mayor costo financiero, con un mayor riesgo para los privados”.

Además, indicó que “puede generar problemas para la importación de servicios, que incluye los fletes de las mercancías, lo que puede poner en peligro el pago de esos fletes, no solo para las importaciones, sino también para las exportaciones en los casos que se paguen desde acá, en un contexto de baja disponibilidad de reservas y así el Banco Central podrá acumular al postergar pagos en el mercado cambiario por un año; mientras tanto, tendrá un respiro”, un alivio que parece conformar a las autoridades económicas aunque afecte al resto de las variables económicas.