El gobierno necesita triplicar la recaudación por retenciones para cerrar el déficit fiscal.

19/01/19 nota de prensa para LPO

Para ello necesita que las exportaciones aumenten un 21% y en el mercado creen que lo harán en a lo sumo un 15%.
Dos datos sobresalieron en el informe de Dujovne del día de ayer sobre cómo hará para que el déficit fiscal pase del 2,66% actual -contabilizando el programa de Inversiones Prioritarias- al cero absoluto: en cuanto a la recaudación doméstica, como adelantó LPO, la apuesta es por el impuesto inflacionario; y en cuanto a la recaudación aduanera, las fichas están puestas en el fuerte aumento de las exportaciones sobre las que se cobrarán retenciones.
Según mostró el ministro de Hacienda, en diciembre el gasto corriente se ubicó 6 puntos porcentuales por debajo de los ingresos y fue el decimoséptimo mes en el que los ingresos evolucionó más que los egresos. Pero para llegar al déficit cero, necesita que esa brecha de 6 puntos se incremente a 17 puntos porcentuales. La principal manera de lograrlo sería con un los Derechos de Exportación de $4 para los bienes y $3 para los servicios, que empezaron a regir este año.

En efecto, el ministro mostró que el 2018 por este concepto se recaudaron $165.733 millones y que en 2019 se proyecta que ascienda a $432.812 millones, o sea que crezca 161%. Si se toman los datos de la AFIP a principio de mes, la recaudación fue de $114.160,4 millones, por lo que los Derechos de Exportación deberán trepar un 270% para alcanzar el monto que necesita Dujovne para llegar al equilibrio fiscal primario y a un déficit financiero del 3,2%.

Es que, como adelantó LPO, en 2019 los intereses de deuda seguirán subiendo 0,4 puntos del PBI, cuando ya el año pasado se habían incrementado en 0,6 puntos del PBI.

Consultadas por LPO, fuentes oficiales explicaron que esto se lograría por la conjunción de varios efectos. En primer lugar, que las retenciones sobre los bienes se cobrarán no solo de septiembre a octubre como en el 2018, sino todo el año; y que además se recaudará sobre los servicios. En segundo lugar, que no deberá girarse a los municipios el Fondo Federal Sojero. En tercero, la fuerte corrección cambiaria -que llevaría el dólar promedio de los $28,09 de 2018 a los $40,10 del Presupuesto de 2019- con su lógica consecuencia, el fuerte crecimiento de las exportaciones.

De acuerdo a la Ley de Presupuesto este año las exportaciones, lideradas por la cosecha de soja, deberían dar un salto de 20,9% en términos reales. Por eso, el Gobierno decretó el último 28 de diciembre que 2019 es «el año de las exportaciones». Pero las estimaciones privadas son sustancialmente más modestas.

Por ejemplo, para Rodrigo Álvarez, CEO de la consultora Analytica, las exportaciones en 2019 van a crecer 13%, casi 9 puntos menos que lo que espera el Gobierno: «Dado que las exportaciones no aumentarán tanto, las retenciones tendrán un fuerte shock positivo, pero no será de un 200% como se plantea en el mensaje presupuestario», sostuvo el economista.

«Las exportaciones serán el único vector de crecimiento este año (+13%). Dentro de los drivers contemplamos la actividad económica de los principales socios económicos de la Argentina: Estados Unidos (2,5%), Zona Euro (2,4%) y Brasil (2,4%), junto con el mayor nivel de Tipo de Cambio Real Multilateral promedio (+25% respecto de 2018). A su vez, influye el efecto de la base de comparación por la sequía del año pasado, lo cual impacta positivamente explicando 1/3 del aumento. Claramente, la estimación del presupuesto sobre las exportaciones está sobrevalorada para nuestro modelo», agregó Álvarez.

Para Matías Surt, economista de la consultora Invecq, por ejemplo, las exportaciones podrían crecen un 15% y llegar a los 70.000 millones de dólares, unos 10.000 millones de dólares más que en 2018. Esto se daría a la mejora en la cosecha, la maduración de Vaca Muerta, «un crecimiento de las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario y una continuación de la buena dinámica de 2018 para las manufacturas de origen industrial». Este aumento, más la caída o estabilización de las importaciones, implica la posibilidad de pasar de un déficit de cuenta corriente a un superávit de 4.000 millones de dólares, pero no de la magnitud que necesita el Gobierno para cerrar el déficit fiscal.

Buena parte de las diferencias entre unas estimaciones y las otras responde a los últimos fenómenos climáticos que han afectado al Litoral. «Con respecto a la producción de productos primarios, la cosecha fina, que ya terminó de levantarse, arrojó un crecimiento interanual del 10%, aportando unos 1.000 millones de dólares más que el año pasado. De cara a la cosecha gruesa, las perspectivas son mucho más auspiciosas que el año pasado. Si bien el fenómeno del niño está poniendo en problemas a grandes zonas del litoral y norte argentino, inundando no solo centros urbanos sino también grandes áreas productivas, las pérdidas económicas serían marginales en comparación a la fuerte sequía del año pasado. A su vez, la zona núcleo se encuentra en buenas condiciones, con riesgo de exceso hídrico pero que podría desactivarse en las próximas semanas en caso de que se detengan las lluvias. Esta zona es la de mayores rendimientos de todo el territorio nacional y la más afectada por la sequía durante la cosecha pasada», explicó Surt.