Analytica lanza propuesta de Optimización Financiera

06/09/18

En el marco del lanzamiento de su nueva propuesta, el jueves 6 de septiembre la consultora Analytica brindó una charla acerca de la coyuntura económica de la Argentina.
El encuentro se desarrolló en el Centro Pyme Adeneu de la ciudad de Neuquén, y contó con las presencias de Rodrigo Alvarez, CEO de Analytica, y Laura Fornasari, consultora en Finanzas y Economía.
Los disertantes debatieron junto al público presente sobre la magnitud de los cambios en el entorno macroeconómico y los nuevos desafíos para las PyMEs. En dicha ocasión dieron a conocer su propuesta de Optimización Financiera: un conjunto de herramientas para tomar decisiones oportunas, que permiten gestionar del modo más eficaz y eficiente la adversidad del contexto macroeconómico en el cual se desenvuelven las firmas en Argentina.

Para conocer más sobre esta propuesta se puede escribir a: info@analyticaconsultora.com

Los economistas, decepcionados por el anuncio del Gobierno: esperaban precisiones y medidas de fondo

29/08/18 publicación de prensa para TN.

Mauricio Macri anticipó que habrá nuevos adelantos del FMI pero no dio mayores detalles. Ante eso, el dólar se disparó hasta los $ 34,40. Cómo afecta la corrida cambiaria al bolsillo.

Luego de que Mauricio Macri anunciara que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) adelantar la entrega de fondos para cumplir con el programa financiero del 2019, el dólar siguió en alza y cerró a $34,40. Los economistas Gabriel Rubinstein, Claudio Zuchovicki y Rodrigo Álvarez y el analista económico Damián Di Pace analizaron el panorama y coincidieron en que faltaron precisiones sobre los alcances de la medida.

Gabriel Rubinstein: “La credibilidad el Gobierno es baja, hace falta acción”

-El que tiene dificultades para llegar a fin de mes las seguirá teniendo. Esta es una época compleja porque los salarios tratan de recuperarse, pero van por debajo de la inflación y hay temores por desempleo porque hay recesión. Es un momento angustiante para el trabajador, la economía informal es la más castigada.

-El mundo financiero, desde el pequeño ahorrista a los fondos de inversión, tienen más demanda de dólares. Los que pueden ahorrar buscan dólares; a su vez hay fondos que invirtieron en bonos, están asustados y quieren dólares, por eso desarman sus posiciones. Como nadie se quiere quedar los bonos, bajan sus precios.

-El anuncio de Mauricio Macri fue muy vago. Se esperaba que dijeran algo más. La idea de que el FMI adelantará todo lo necesario para cumplir con el programa financiero es relativo, porque las necesidades pueden ser cambiantes. La credibilidad del Gobierno es bastante baja, este es un momento de acción.

-Estratégicamente son más importantes los bonos que el dólar: si empeora el riesgo país es un perjuicio para todos y una muestra de que nadie nos presta. La devaluación es un noticia mixta porque perjudica el salario, pero favorece a las economías regionales y los exportadores.

-Hay una estrategia de que el dólar no se atrase y suba si se crece la inflación. Lo más importante es persistir en el ajuste fiscal y llegar a los niveles de superávit que tuvimos en 2004.

Claudio Zuchovicki: “El dólar no se calmó con el anuncio porque el adelanto no es dinero nuevo”

-El dólar no se calmó tras el anuncio de Macri porque los adelantos que hará el FMI no son dinero nuevo. Se intentó presionar sobre el valor de los bonos y el riesgo país.

-Decir que la economía está bien porque nos asistieron tiene una doble lectura: que estamos bien, o que solo estamos bien porque nos asistieron. Para algunos, eso generó tranquilidad y para muchos otros, incertidumbre.

-La suba del dólar impacta en los créditos porque se encarece la tasa de interés. También se refleja en los precios y las tarifas porque importamos (en dólares) en materia energética. Por ejemplo, como el valor de la nafta depende del dólar, aumenta el combustible.

Damián Di Pace: “Caen todos los rubros del consumo porque la gente no compra”

-Hay una restricción total de la demanda en el consumo. Todos los rubros están cayendo, la gente no compra.

-Con el préstamo del FMI hay un plan de emergencia y un plan de contingencia, pero falta la estrategia de desarrollo. Resta ver cómo se regenerará la economía. Se espera que el consumo siga a la baja hasta el primer semestre del 2019.

-El dólar está muy ligado a los servicios públicos -tanto gas como energía- porque hay componentes dolarizados. Como el Gobierno no puede subsidiar a las empresas porque debe reducir el déficit fiscal (lo que también es parte de acuerdo con el FMI), el aumento se traslada al consumidor. Debería haber una tarifa diferencial para las pymes porque no lo van a soportar, se trasladará a los precios y perderán competitividad.

-Con respecto a los salarios, será muy difícil tener una paritaria superior al 25% porque, si se ajusta por inflación, los empleadores deben despedir gente. Hay sectores que ni siquiera pueden reconstituir el salario, como la industria láctea.

Rodrigo Álvarez: “Está en duda la capacidad del Ejecutivo para frenar la corrida cambiaria”

-Está claro que el mercado demanda más precisiones. El anuncio del Presidente fue muy vago: planteó que se van a acelerar desembolsos, pero el mercado esperaba precisiones contundentes y acción del equipo económico. El nerviosismo crece ante la falta de respuestas y la situación se espiraliza. Está en duda la capacidad del Ejecutivo para frenar la corrida cambiaria.

-Hay un sobredimensionamiento del problema desde el punto de vista fiscal, cuando lo que falla es que el flujo en dólares no cierra. Faltan dólares. La duda no es si el Estado va a poder pagar o no, sino que la necesidad de la divisa estadounidense -dada la corrida- es cada vez más grande.

-Cuando aumenta el dólar la oferta se retrae y se transforma en una profecía autocumplida. Este proceso tomará más fuerza si no se logra estabilidad en el mercado cambiario.

Dólar imparable: el Gobierno vendió u$s200 millones pero igual cerró por encima de los $32

28/08/18 publicación de prensa por Mariano Jaimovich para iProfesional

Presionado por la demanda de fin de mes y la devaluación regional, el precio de la divisa avanzó 38 centavos en la plaza mayorista y se ubicó a $31,35.

El dólar no para de subir, quiebra todos los récords históricos de precios y pese a las subastas de billetes que hizo el Gobierno esta semana para contener esta escalada no logra ser domado: ya superó los $32.

Las causas actuales de la estampida fueron la mayor demanda de divisas por las necesidades habituales de fin de mes y la devaluación de las monedas regionales, encabezadas por el real de Brasil y el peso mexicano, que en ambos superó el 1,4%.

En el plano doméstico también se agregan otros factores, como una persistente dolarización de carteras ante la falta de credibilidad sobre la marcha de la economía, donde la actividad cae a un ritmo preocupante y la inflación se reavivó a un nivel muy por encima al estimado por los analistas.

Además, estos datos negativos llevan a dudar a la City respecto a si el Gobierno podrá cumplir con las metas del Fondo Monetario, al que le ha solicitado esta semana otro adelanto por u$s3.000 millones del préstamo acordado meses atrás.

En resumen, luego que el lunes el Banco Central vendió un total de u$s210 millones en dos subastas para intentar controlar la suba de la cotización, este martes la autoridad monetaria volvió a ofrecer otras dos licitaciones de u$s300 millones cada una, de las cuales terminó desembolsando finalmente u$s200 millones.

A ello se le sumaron intervenciones oficiales en los plazos cortos de los mercados de futuros, para controlar las expectativas del valor del tipo de cambio para los próximos meses.

De esta manera, en el mercado mayorista el precio de la divisa estadounidense avanzó 38 centavos (1,3%) para cerrar a $31,35. Es decir, en todo el mes escala 14,5% (unos 4 pesos más) y en el 2018 acumula una devaluación del 68 por ciento.

 


En la primera subasta de este martes colocó u$s100 millones, a un precio de corte de $31,26, y en la segunda -realizada sobre el final de la rueda- vendió otros u$s100 millones a $31,44.

El talón de Áquiles de las licitaciones del Banco Central es que muchos operadores especulan y compran divisas a la autoridad oficial mediante este mecanismo a un valor inferior al que finalmente cierra la jornada.

«Este sistema de licitaciones es previsible para los operadores del mercado y hace que se opere mayor volumen que el que genuinamente se necesita, más un plus, y los ‘traders’ siguen haciendo su negocio», resumió Fernando Izzo de ABC Cambios.

La mayor demanda de divisas por parte de bancos y empresas para cancelar compromisos en el exterior de fin de mes se evidenció en el volumen total operado, que subió 17% este martes para alcanzar los u$s790,7 millones, el máximo registro de todo agosto.  

Cabe recordar que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó el lunes que el Gobierno se siente “cómodo con el esquema de cambio flotante. El Banco Central es quien trabaja en el mercado de cambios a través de la política monetaria (…) y es quien decide acerca de cuán adecuado o no es el tipo de cambio también para sus objetivos de inflación y de estabilidad monetaria”, mencionó.

En el ámbito minorista también tocó un nuevo récord intradiario en bancos y agencias de la City porteña, según el relevamiento del Banco Central, con máximos que en algunos casos llegaron a tocar los $32,60 durante la rueda.

Finalmente, el precio promedio en las entidades cerró a $32,05, unos 51 centavos por encima de la rueda anterior.


Así, por ejemplo, entre los mínimos registrados, en el Banco Nación su cotización al público ascendió 50 centavos para ubicarse a $30,90 para la compra y $31,90 para la venta.

En cuanto al máximo ofrecido en las ventanillas del microcentro, las referencias mayores cerraron a $32,40 en el Galicia, seguido por los $32,20 en el ICBC.

Por su parte, en el mercado marginal también se evidenció la mayor demanda de fin de mes y el blue trepó a $33,30, por lo que se ubicó $1,25 (3,9%) por encima que el promedio oficial minorista.

El movimiento alcista del tipo de cambio no fue sólo local, ya que también se replicó en varios países de la región. Así, por ejemplo, el real brasileño se devaluó 1,4%, el peso mexicano 1,7% y el peso colombiano 0,7%. 

«Factores locales y renovado derrape del real brasileño continuaron justificando el avance del tipo de cambio en un escenario de relativa inestabilidad regional», dijo Gustavo Quintana, operador de PR Cambios.

La calificadora Moody’s dijo en un informe que prevé que el resultado de la crisis monetaria argentina presentará desafíos políticos para el Gobierno del liberal Mauricio Macri y que afectará significativamente los principales indicadores crediticios soberanos.

En cuanto a los rendimientos en pesos, en el mercado secundario de Lebac subieron las tasas de interés alrededor de 4 puntos porcencuales, ya que al plazo de 22 días se operó a 48% anual.

En el mercado de futuros del Rofex se operaron u$s1.104 millones, de los cuales más del 50% se pactó entre agosto y septiembre con precios finales de $31,60 y $32,60, respectivamente, con tasas de 44,10% y 41,8% anual. Los plazos mostraron alzas que llegaron a ser de hasta un peso.

Para los negocios de fin de año el precio operado fue de $35,50, es decir, un incremento de 2,75% respeco a la rueda anterior. Y de esta forma la City estaría aguardando que se genere desde ahora hasta diciembre una suba total de 13,2 por ciento.

Al respecto, el ex presidente del Banco Nación y economista Carlos Melconian fue enfático días atrás en una charla en público: «El tipo de cambio tiene que ser tal que la tía no compre más dólares y que el cadete no se vaya a Itaparica o South Beach. Ese es otro tipo de cambio que no es el de $30».

En esta línea, el economista José Luis Espert advirtió que si el valor del dolar sigue escalando, ”va a terminar subiendo un 80% respecto al año pasado”, por lo que estima que puede llegar a situarse en $34 o $35 para fin de año.

Según un informe de la consultora Analytica, la demanda mayorista y minorista de dólares promedia, en los últimos 12 meses, más de u$s2.000 millones. «Extrapolando esta tendencia, asumiendo una cuenta corriente balanceada y el cumplimiento del acuerdo con el FMI, nos estarían faltando entre u$s8.000 y u$s10.000 millones para cerrar el déficit externo sin devaluar la moneda». 

Pero aclara que, «afortunadamente, estos dólares quedan dentro del sistema financiero ya que los depósitos en dólares del sector privado lucen saludables. Por lo tanto, podemos descartar que los cimbronazos en el sector externo se trasladen al sistema financiero a través de una crisis ‘gemela’, como ocurrió en 2001».

Aunque los economistas de Analytica alertan que, teniendo en cuenta los efectos de la reciente devaluación sobre la economía real, «correcciones adicionales del tipo de cambio pondrían ‘en jaque’ el proyecto político de Cambiemos, sembrando más dudas en los inversores y profundizando la crisis. No creemos que esa sea una opción».

Fallas de comunicación agravan la crisis de credibilidad de Macri en los mercados

25/08/18 Publicación de prensa por La Política Online

La negativa de Caputo a dar conferencias de prensa y la mala coordinación del equipo económico aumentan las dudas.

La falta de sensibilidad para la comunicación del presidente del Banco Central agrava la pobre credibilidad de la administración de Macri frente al mercado. Es que la ausencia de explicaciones, sumado a lo errático y «heterodoxo» de las medidas que instrumenta Luis Caputo para intentar domar al dólar transmite desesperación y refuerza la desconfianza de los tenedores de activos argentinos. 

El gobierno de Macri viene enhebrando una serie de errores no forzados en materia de comunicación de la política económica, en lo que ya es un elemento importante de la incapacidad de la actual administración para revertir las expectativas negativas. Si las expectativas son estados de opinión pública que mezclan datos con percepciones, la comunicación se vuelve un instrumento crítico de la gestión de las mismas. 

Sin ir más lejos, tres semanas atrás, como publicó en exclusiva LPO, el fondo soberano de la Anses (FGS) decidió no renovar su tenencias de Letes en dólares, lo que generó un muy bajo nivel de renovación del primer vencimiento de agosto. Y esto se tradujo en un susto que castigó a los bonos nacionales e hizo saltar el riesgo país a un nivel cercano a los 700 puntos del que ya no regresó.

Y aunque en el Gobierno ahora admiten que el susto por la no renovación de las Letes obedeció a una mala comunicación, la política de formalismo extremo respecto de la independencia de los organismos económicos devino en coordinación cero entre Hacienda, la Anses y el Banco Central, que se mantiene. 

Esto volvió a quedar en evidencia en la desordenada emisión de anuncios cruzados entre Hacienda y el Central el último 13 de agosto, día en que llegó al país la misión del Fondo Monetario Internacional y Caputo respondió con una batería de anuncios repentinos: desarme de Lebacs, cambio de tasa de referencia, suba de la tasa de interés y fin de la subasta diaria de dólares del Tesoro, mientras Hacienda anunciaba que se cancelaba la venta de dólares, lo que obligó a la propia Casa Rosada a emitir un comunicado aclaratorio, ante el pánico del mercado. 

Esa es una de las patas del problema. En una situación tan delicada acaso la Casa Rosada debería ser el lugar desde donde se coordine la comunicación económica, pero en un sentido un poco más elaborado que decirle a los respectivos voceros con que medio y periodista deben hablar. «Faltan conferencias de prensa y comunicación institucional sólida que explique la actual situación económica y las políticas en curso para superar la crisis. Con actualizaciones diarias», señaló a LPO un experimentado hombre de medios que trabaja con Cambiemos.

“La negativa de Caputo a dar conferencias de prensa ya le valió inusuales críticas directas de los dos principales medios financieros del mundo. Bloomberg cuestionó la autoentrevista que se hizo hacer por su vocera y Financial Times advirtió que su silencio «envía un innecesario signo de desesperación a los mercados». 

El otro punto es que ese proceso es imposible de consolidar si el Banco Central no cambia de manera radical su política de comunicación, que básicamente consiste en evitar exponer a su presidente ante los medios, lo que lejos de protegerlo transmite fragilidad. «Es una política de comunicación que puede servir con un diputado de tercera línea, pero que no está a la altura de una de las instituciones más importantes del país, que encima es punto de contacto permanente con el sistema financiero global», agregó la fuente consultada que se alarma de la «precariedad» de la estrategia actual.

Y no es un tema opinable. El silencio de radio de Caputo hacia el mercado y el público ya le valió al banquero central renovadas críticas desde el extranjero: Los dos medios más importantes de las finanzas globales lo criticaron de manera explícita. Primero fue la agencia Bloomberg, cuando Caputo eligió como primer vía de comunicación un insólito auto reportaje que le hizo su vocera. Y esta semana fue el Financial Times quien subrayó la falta de «forward guidance» de parte del máximo responsable de la política monetaria.

«Una suba de 500 puntos básicos (de la tasa de interés de referencia) sin una conferencia de prensa, en medio de una caída de los mercados emergentes, envía un innecesario signo de desesperación a los mercados», consigna el artículo del FT respecto de la suba de tasa de Leliq justo antes del anuncio del desarme de las Lebacs.

Como lo explicó el economista De Sousa en el artículo, cuando las medidas de emergencia no son explicadas, incluso si son acertadas para la estabilización del peso, «si no sos un inversor global que dedica el 80% de su día a mirar a la Argentina, lo primera que pensás es que las cosas están peor».

En efecto, aunque muchas medidas fueran bien recibidas a posteriori, estos volantazos generaron susto al transmitir falta de rumbo e incapacidad de previsión. La peor imagen para un banquero central es que está dando manotazos de ahogado porque esto anula su principal activo, la credibilidad.

En el mercado local, la lectura del silencio de radio es otro. Por un lado, están los que se vuelcan por interpretar sus acciones. Tal es el caso del economista y director de la consultora Analytica, Rodrigo Álvarez, quien con humor optó por rebautizar «Lord Voldemort» a Luis Caputo por su apego a las «artes oscuras», o mejor dicho, medidas que responden al pragmatismo y se desvían de las prácticas de manual de los banqueros centrales.

«La nueva conducción del Banco Central ha demostrado ser más pragmática y agresiva que la anterior, demostrando que está dispuesta a utilizar todas las herramientas que dispone y, quizás, algunas más (…) Esta semana Voldemort hizo uso de su poder. Decidió limpiar la hoja de balance del BCRA que estaba, desde el punto de vista estructural, en ‘falsa escuadra'», explicó Álvarez en un documento de su consultora.

En ese sentido no son pocos los que creen que la falta de comunicación no es casual, ya que hay poco explicable cuando lo que se hace es enhebrar medidas ad hoc para una estabilización de corto plazo que no responden a un régimen de política monetaria. El problema es que en la práctica al rehuir el contacto con los medios, Caputo agrava la incertidumbre en un mercado que ve contradicciones y no encuentra en interlocutor válido.

Lo dijo con claridad el analista Walter Stoeppelwerth, jefe de research de Balanza Capital, en la conferencia que compartió con Carlos Melconian, que desplegó las inconsistencias de la actual política macroeconómica. «Esto es un juego de credibilidad y hasta ahora no hay un interlocutor del Gobierno que convenza al mercado, no hay nadie en el equipo de Cambiemos que digan guau este es un crack».

Por eso las dudas subsisten. El central pasó de vender más de USD 1.000 de reservas para contener el dólar a intervenir en el mercado de futuros por un monto similar sin vender reservas internacionales. No se entiende cual es la estrategia y el efecto no fue bueno: Esta semana la divisa tuvo un alza del 3,4% y terminó por encima de los 31 pesos.

Y aunque ahora se señale a Brasil y su inestabilidad política como la causa, lo cierto es que el real recuperó unos puntos frente al dólar y el peso siguió perdiendo terreno. No es Turquía, no es Brasil, no es Rusia: es Argentina, sus desequilibrios estructurales y su altísimo riesgo país que este viernes tocó los 712 puntos básicos para luego cerrar en 700. Y mientras tanto, el mercado sigue sin entender qué está haciendo el Central.

¿Estas intervenciones son reflejo del compromiso de Caputo con la lucha antiinflacionaria, un intento por contener el dólar para que no se acelere la inflación pese a tener las manos atadas por el FMI para vender reservas? ¿Son una forma de acompañar la depreciación y solo reducir la volatilidad porque el Gobierno se siente cómodo con un tipo de cambio más adelantado (habida cuenta que la pérdida de poder de compra del peso en el extranjero no bastó para reducir el déficit de cuenta corriente)? 

Pero hay más: ¿Cuál es el beneficio de cambiar Lebacs, que suman volatilidad a la moneda cada vez que se produce su vencimiento mensual, por Leliqs que hacen lo mismo una vez por semana? ¿Cuál es el equilibrio tasa de interés/dólar que conforma a Caputo? ¿Con qué esquema conceptual imaginó que bajat la tasa preponderante del 56% -que se pagaba por las Lebacs seis semanas atrás- al 45% de las Leliq y el 42% de las Letes no iba a generar presión sobre el dólar? Y quizás la más importante: ¿Cuánto cree el Central que debería valer el dólar?

Parte del problema

Luego de que se generaran fuertes dudas sobre la capacidad de renovar sus deudas y del desarme intempestivo de Lebacs, Macri resolvió enviar al secretario de Finanzas, Santiago Bausili, al vicepresidente del Banco Central, Gustavo Cañonero, y al vicejefe de gabinete, Mario Quintana, a Wall Street en un roadshow para llevar calma a banqueros y bonistas.

Mientras los funcionarios argentinos estaban de reunión en reunión en Estados Unidos intentado devolver el riesgo país a niveles previos a la corrida, el ministro Nicolás Dujovne en una entrevista con el diario Clarín afirmó:»El riesgo bajará de la mano de que los fundamentos son sólidos. Más que explicar y hacer roadshows el mercado está viendo cómo cerramos el Presupuesto 2019 y el tamaño del déficit de la cuenta corriente».

El mercado pareció tomarle la palabra: respondió con una suba del riesgo país de los 671 puntos básicos el día que viajaron los funcionarios, a 690 en la primera jornada hábil tras su regreso. Tal como anticipó Dujovne, el roadshow dispuesto por Macri no funcionó. Los acreedores quieren pruebas de que hay solvencia y liquidez, que el programa macroeconómico da resultados, o al menos, cambios en el Gabinete responsable por la falta de resultados. 

Por el momento, Macri tiene poco que mostrar: en junio la economía cayó 6,7% interanual y para agosto se espera 4% de inflación y una caída del 23,9% interanual en agosto de la Confianza del Consumidor.