Sinceramiento de la inflación: el impacto en la economía real

29-12-17 –  Nota de Prensa por Rodrigo Alvarez para La Nueva

 El Gobierno se retracta, dice que la inflación del año que viene no va a ser del 12 %, sino que va a andar alrededor del 15 %. ¿Pero qué significa? ¿Por qué cambia de meta y de qué manera influye en la vida de la gente?

   El economista Rodrigo Álvarez habló con La Nueva. para explicar esos interrogantes.

   Según el especialista, lo que pasó es que el Banco Central se había comprometido a bajar la inflación de una manera “muy agresiva e incumplible”.

   “Es como si yo te digo que de acá a 2 meses quiero perder 10 kilos de peso. Con las fiestas entre medio es imposible; para cumplir ese objetivo no tengo que comer y tengo que hacer doble turno de gimnasio por día, algo muy difícil. Así planteaban la política monetaria”, explicó el economista.

   «La política monetaria tenía el freno de mano puesto en la economía para tratar que la inflación se mantuviera dentro de los parámetros planteados. Entonces para mostrar que tenía compromiso con esa meta, el Banco Central tenía que mantener las tasas de interés muy altas lo que frenaba el consumo familiar y la inversión en las empresas. Costaba exportar y se importaba mucho, lo que producía una necesidad muy grande de dólares en la economía y cualquier cambio de inversión internacional presuponía un riesgo.»

¿Qué consecuencias había?

   «Esa política económica hacía que los inversores digan ‘esta tasa de interés en el mundo no existe, vendo dólares y lo invierto en Lebacs’ [Letras del Banco Central, títulos de deuda a corto plazo emitidos por el BCRA] con un rendimiento altísimo en pos de posponer el consumo. Era un modelo vulnerable que dependía mucho de que ingresasen dólares financieros a través de la deuda que el Gobierno nacional salía a tomar al exterior y de los dólares que los inversores vendiesen para hacer negocios financieros en Argentina.» 

¿Qué pretende entonces el Gobierno con este retroceso en la proyección de la inflación?

   «El Gobierno dijo ‘mirá, Federico [Sturzenegger, presidente del Banco Central], la meta no la vamos a cumplir y estamos provocando otros problemas’, porque una tasa de interés en niveles tan altos genera un atractivo a la inversión financiera. Ingresan dólares, se genera una oferta demasiado importante y eso provoca un tipo de cambio que corre muy detrás de la inflación: los precios van a una velocidad y el valor del dólar a otra.»

¿Qué cambia con este sinceramiento de la inflación de 2018?

   «Al reconocer una meta más elevada, el Banco Central puede relajar su política monetaria y las tasas de interés van a bajar más rápido.»

   Según Álvarez, hay 2 tipos de inversiones: las reales, que las hacen las empresas (la compra de un activo físico, es decir, compra de máquinas, inversión en líneas de producción, etcétera); y las financieras que van a Lebacs, títulos públicos, acciones, etcétera.

   El economista entiende que la baja de las tasas de interés va a beneficiar a las inversiones reales y a desalentar a las financieras.

   “Que las tasas de interés bajen genera menos incentivo a los inversores financieros ya que se obtiene menos rendimiento. Esto provoca que se vuelquen al dólar, que es lo que pasó hoy. Como las tasas de interés no van a ser tan jugosas, todos en el mercado ven que va a haber una mayor devaluación y, en consecuencia, se anticipan y compran los dólares. Pero en la inversión real pasa lo opuesto, porque se tiene que financiar en pesos y cuando la tasa de interés era muy alta sostener el capital de trabajo e invertir para una empresa no era negocio.”

Posibles beneficios

   -Bajan las tasas de interés reales. Desincentivan la inversión financiera e incentivan la inversión real.

   -Genera mayor demanda de dólares, por lo que el tipo de cambio va a dejar de estar tan retrasado.

   -La inversión productiva, sobre todo para las economía regionales, se va a ver favorecida por 2 efectos: mayor disponibilidad de financiamiento y mejor tipo de cambio, lo que para las economías que dependen del agro y del mercado de exportación es muy bueno.

¿Y la gente?

   «La vida de la gente debería mejorar. Esta medida debería incentivar el crecimiento económico. Si esta mejora favorece la inversión real, debería haber más empleo. Y también tendría tasas de interés más baja para el financiamiento del consumo, por ejemplo, con tarjetas de crédito o préstamos personales.»

   Álvarez dice que la inflación hoy en día se ubica en un 21 % y «va a ir bajando, pero no demasiado rápido». Para él se va a ubicar entre el 17 y 19 % y no en la meta del 15 % proyectada por el gobierno. Sin embargo, cree que un cambio paulatino va a ser «bueno en el balance final».

   «Argentina necesita crecer en inversiones. Se verán beneficiadas las economías regionales, y los sectores agrícolas, industrial, de la construcción, entre otros. Esto trae más expectativas de crecimiento.»

La reacción de los economistas

28/12/17

Celebran una meta más realista, pero advierten sobre el impacto en las expectativas de inflación

Nota de prensa por

En líneas generales, los economistas apoyaron el “service” que hizo el modelo, con el cambio de metas de inflación (que pasan de 10% a 15%) como principal modificación. Según su visión, es más consistente con el resto del programa macroeconómico, que es más gradual.

Twits:


Rodrigo Alvarez @RodrigoAlvarezL

“Recalibrando…. el gobierno reconoce una meta de 15% para 2018. Celebro el baño de realidad…”

Martín Vauthier @martinvauthier

“El Gobierno parece sincerar el objetivo de un equilibrio con un dólar más alto y una tasa algo más baja. Frente a los efectos negativos del atraso cambiario y la acumulación de Lebacs en un contexto de gradualismo fiscal, priorizó utilizar a la inflación como variable de ajuste.”


Alfonso Prat-Gay @alfonsopratgay

“La meta de inflación la fija el PEN, no el BCRA. El cambio en esa meta la hace más compatible con el objetivo de reducción gradual del déficit fiscal y de consolidación del crecimiento. Ahora espero que el gobierno no desatienda el otro déficit, el comercial, que está aumentando”

 

Luis Secco@luissecco

“STURZENEGGER reconoce que relajar las metas significará relajar la política monetaria. Mi pronóstico: Se viene baja de tasas de interés. Y aumento de expectativas de inflación.”

 

BWR@ale_bour

“El dato de la Conferencia de Prensa de hoy es q perdió Sturze y lo q importa es q sube la expectativa de iniflación, mas q la meta…”

 

exabruptos @exabruptos

“Ahora a seguir el REM los próximos dos o tres meses para ver el impacto de la meta móvil. Para mi ajusta al alza.”

 

Christian Buteler @cbuteler

El peor paso que puede dar ahora el BCRA es relajar la política monetaria en estos momentos”

 

Mariano Kestelboim @marianokestel

“La conferencia agravó la situación. Ahora el dólar mayorista está llegando a los $18,70 (sube 21 centavos). En cualquier momento, las pizarras del minorista lo van a ofrecer a $19 ¡Qué golpe duro para el Gobierno!”


Axel Kicillof @Kicillofok

En octubre el BCRA nos dijo que la inflación de 2018 iba a ser entre 8 y 12%. Tres meses después aceptan que va a ser un 50% más. pic.twitter.com/yxlcBIwfxy

Para privados, el crecimiento de la economía en 2018 estará por debajo de la expectativa oficial

21/12/17 – Nota de prensa por Daniel Blanco Gomez para Ámbito

El último informe de avance de la actividad económica que difundió el miércoles el INDEC da cuenta de un crecimiento en el tercer trimestre de 4,2% contra igual período de 2016 y de un alza del 2,5% en los primeros nueve meses del año en la misma comparación. De esa manera, el Gobierno se acerca a su pronóstico de que la economía cerrará con una expansión de 3% en 2017.

En tanto, las expectativas oficiales de crecimiento para el 2018 son del 3,5%, de acuerdo a datos del Presupuesto que el Ejecutivo envió al Congreso. No obstante, tanto para consultores privados consultados por ámbito.com como para organismos internacionales, la proyección de expansión económica estará entre 1,5% y 3,5% (en la mayoría de los casos por debajo de la proyección oficial).

Para Martín Vauthier, integrante del equipo económico del Estudio Bein, la economía crecerá un 2,1% el próximo año, apalancada por el crédito al sector privado.

«A pesar del arrastre positivo que te deja 2017, en la zona de 1,4%, cuando uno suma el efecto del ajuste fiscal, la suba de tarifas y la reforma previsional junto con la señal de tasa de interés del Banco Central para bajar la inflación, no vemos un crecimiento nítido del lado del ingreso disponible por parte de las familias», remarcó.

No obstante, aclaró: «Sí vemos que el crédito al sector privado en pesos va a compensar parte de eso, aunque tampoco vemos que se expanda como lo vino haciendo en estos últimos meses».

Asimismo, sostuvo que el BCRA va a mantener la tasa de interés para bajar la inflación en un contexto en el que considera que la entidad monetaria y el Gobierno «van a estar alineados para tener una paritaria entre la meta de inflación y la inercia que dejó 2017».

«Si bien el crédito va a amortiguar el golpe en el bolsillo que vas a tener por el lado del aumento de las tarifas y la menor suba del ingreso disponible que van a tener los jubilados y los beneficiarios de la AUH por la reforma previsional, no vemos que lo compense del todo», afirmó.

Agregó que «el escenario está abierto» y que si la coordinación entre el BCRA y la política fiscal da espacio para que los bancos puedan financiar un mayor aumento del crédito, «entonces nos estaríamos acercando un poco más a la meta oficial del 3,5%».

«En definitiva, el ‘partido’ del crecimiento lo define cuánto los bancos puedan expandir el crédito», analizó.

Por debajo de esa línea de expectativa de crecimiento de la economía se ubica la de la consultora PxQ dirigida por Emmanuel Álvarez Agis, que contempló en su último informe una expansión por debajo del 2%.

Esa proyección se da en un marco donde la dinámica del PIB de 2017 dejará un efecto de 1,2% sobre 2018, señala al tiempo que añade que «el ajuste previsto en subsidios (luz, gas, agua y transporte) restará 0,7% del PIB en materia de consumo, lo que se suma al 1,4% del recorte de prestaciones sociales».

Similar fue la estimación del director del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), Andrés Asiain, quien proyectó un crecimiento de 1,5% como techo.

Por su parte, Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos Orlando J. Ferreres informó que la expectativa de crecimiento económico para 2018 es de 2,5% y subrayó que «no se puede esperar un crecimiento más alto que el de este año porque ya no hay un efecto rebote de la economía».

«La expansión de 2018 debe ser genuina y basada en inversión y productividad», consideró. En ese sentido, dijo que como la inversión «viene creciendo fuerte», habrá «un crecimiento económico claro».

La misma estimación es la que realizó la consultora Ecolatina con una cálculo de 2,5% mientras que el director de Analytica, Rodrigo Álvarez ponderó un piso del 3%.

En cambio, para Camilo Tiscornia, presidente de C&T Asesores, la expansión económica va a estar en torno al 3,3%. «Tenés a favor el arrastre estadístico de poco más de un punto de crecimiento. Algo que no tuviste este año y sí lo vas a tener el año que viene», destacó.

«La inversión creo que va a ser un componente que va a seguir creciendo por encima del promedio como lo hizo este año. No tanto en obra pública. No es que no va a estar pero el Gobierno el año que viene en el Presupuesto no tiene un aumento tan grande. Se juega más a que se desarrollen estas inversiones público-privadas (PPP)», detalló.

«El gran motor del crecimiento debería ser la inversión privada y el consumo siguiendo un poco la tendencia», amplió.

Para el titular de Libertad y Progreso, Aldo Abram, el crecimiento va a estar en 3,5% «siempre y cuando el contexto internacional se mantenga como hasta ahora y no haya una crisis».

«La gran duda es en qué medida puede haber una crisis que conlleve un cierre al financiamiento. El resultado electoral, que le dio un apoyo al Gobierno y por otro lado las reformas estructurales y el impulso de las inversiones, deberían mover la economía hacia adelante», señaló.

  • FMI y CEPAL

El Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló en su informe «Perspectivas de la Economía Mundial de 2017» que «en Argentina, las proyecciones indican que el crecimiento repuntará a 2,5% en 2017 tras la recesión del año pasado» y que se prevé que el mismo se mantenga en torno a 2,5% en 2018 ya que «la demanda interna privada continuará mejorando poco a poco en el contexto de una política macroeconómica restrictiva (con las tasas de interés real elevadas necesarias para el proceso desinflacionario y el comienzo de la consolidación fiscal)».

Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó en Santiago de Chile su Balance Preliminar de la Economía Regional que recoge que la economía argentina crecerá un 2,9% en 2017 y un 3% en 2018, tras caer un 2,2% el pasado año.

Un análisis sobre las herramientas de inversión en el actual contexto económico

16/12/2017 – Nota de prensa por Federico Moreno para La Nueva.

Representantes de la firma Consultatio proyectan un futuro de crecimiento «a velocidad crucero», que permite ver cómo posicionar los fondos de las empresas y los particulares.

“En Argentina hay muchas personas que no tienen experiencia en el mercado de capitales o bien tienen una marcada por la historia de nuestro país, cargada de una extraordinaria volatilidad. Pero creo que hoy hay una oportunidad distinta, un instrumento con un rendimiento increíblemente más grande que cualquiera de las alternativas”, opinó el economista José Echagüe, estratega de Consultatio, una gestora de fondos comunes de inversión.
   Su colega y compañero de la citada casa de bolsa que a partir de ahora tendrá presencia en Bahía Blanca, Rodrigo Álvarez, analizó el presente económico, las medidas políticas de la gestión de Mauricio Macri y cómo repercuten en las decisiones de inversión que pueden o deberían tomar empresas y ahorristas particulares.
   “El modelo económico está consolidando lineamientos que nos parecen importantes a la hora del posicionamiento, desde el punto de vista de la inversión. Se está iniciando un ciclo de crecimiento con algunas particularidades, en el corto plazo vemos que la economía tiene que traccionar a uno de los principales vectores de este modelo que es la inversión y para conseguir esto el gobierno está atacando algunos frentes, algo que considera necesario para seducir al capital”, explicó Álvarez.
   “Por un lado el frente de consolidación fiscal con un proceso de reducción gradual del déficit, que nosotros consideramos el camino lógico y necesario para darle a este proceso un sustento no solo económico sino también político. Por ejemplo el ajuste de algunos componentes del gasto como la baja de los subsidios, que deriva en una política de ajuste y una aceleración de ciertos componentes de la inflación que obviamente hacen que el proceso de desinflación sea más lento de lo que se esperaba”, sostuvo.
   «Resumiendo, estamos viendo un proceso de crecimiento a una velocidad crucero, de alrededor del 3% anual, que se extenderá por algunos años, con una política monetaria muy dura y con un gobierno en un proceso de ajuste gradual del déficit que deriva en un rol muy activo de captación de financiamiento internacional y en consecuencia un proceso de ingreso de dólares financieros que hace que el tipo de cambio se mantenga, si se quiere, hacia adelante. Es en este marco que nosotros como asesores empezamos a pensar las posiciones y decisiones de inversiones», dijo.
   Echagüe manifestó que “en el 2017 pasaron cosas muy fáciles de identificar, como que ganó quien apostó al riesgo:  el Merval ganó 60%, nuestros fondos dedicados a acciones arriba del 85%, lo que nos permite hablar de un año récord”.
   “Por otro lado, los bonos tuvieron una compresión de rendimiento muy fuerte que derivó en retornos muy altos, de dos dígitos en dólares, algo que probablemente no se vuelva a dar. En Argentina, por la configuración de la política monetaria de estos últimos años, se dieron cosas que no se dan en ningún otro país del mundo. Ganó el que apostó al dólar y también el que apostó al peso”, agregó.

El ejemplo de las Lebacs

   “En cualquier lugar del mundo si querés un retorno mayor tenés que asumir un riesgo mayor, en Argentina, se me viene a la mente el caso de las Lebacs», manifestó Echagüe.

   «Son excelentes por ser de corto plazo, con el menor riesgo del mercado y por permitirles a las personas inexpertas en el mercado de capitales tener un rendimiento increíblemente más grande que cualquiera de las alternativas sustitutas”, concluyó.